Luego de jornadas de intenso calor y especialmente secas, ayer cayeron algunas gotas en la provincia, lo que, en cierta medida, alivió la desesperación y la preocupación de más de un mendocino. Según informaron desde el Servicio Metereológico Nacional, la lluvia en el Gran Mendoza comenzó alrededor de las 9 y cayeron tres milímetros en los sectores contemplados dentro de esa zona.

    No fue raro encontrar, durante la mañana de ayer, a más de un transeúnte protegido por un paraguas, abrigado con un piloto o aprovechando el techo de algún comercio para resguardarse de la lluvia. Pero muchos mendocinos habían olvidado lo que se sentía dejar que las gotas de lluvia caigan la cabeza y hombros, por lo que no se preocuparon demasiado por cobijarse. Pasado el mediodía, la lluvia cesó. Para hoy se espera que se retome el buen tiempo, aunque se mantendrán las temperaturas mínimas muy bajas.