Si el justicialismo mendocino estaba dividido internamente, con la tregua que se comenzó a armar entre los radicales están aún más peleados. Es que la pelea entre el gobernador Julio Cobos y su antecesor Roberto Iglesias le había dejado una grieta a los peronistas para meterse y ahí imponer sus hombres en los principales cargos electivos del año que viene, en lo que será la concertación nacional. Pero lo cierto es que ahora las diferencias se agudizaron, porque temen que el pacto Cobos-Iglesias los deje afuera.
Es más, los principales referentes de los distintos sectores ya se están acusando por lo bajo de traicionar al senador nacional Celso Jaque, quien se ha lanzado como candidato a gobernador. Ante esta situación, el grupo de senadores disidentes, comandado por Jorge Tanús, Daniel Cassia y Guillermo Amstutz, se reunirán hoy con Jaque para terminar de definir la agenda de fin de año y la de los primeros meses del 2007. Esta incluye los actos y reuniones que sean necesarios para posicionar al malargüino antes de que el agua les llegue al cuello. Quienes están con el legislador nacional apuestan a que el primer puesto en una eventual fórmula conjunta entre la UCR y el PJ en la provincia sea para ellos.
Pero hay otros que lanzan señales fuertes hacia el radicalismo y que, incluso, han molestado por demás a otros peronistas. Es el caso de la diputada nacional Patricia Fadel, quien salió a defender al ladero del gobernador Alfredo Cornejo, ante la idea de Tanús de pedir que lo licencien en el Congreso por las supuestas escuchas telefónicas que lo involucran con la barra brava de Godoy Cruz Antonio Tomba. “Ningún radical salió a apoyar a Cornejo con la vehemencia que lo hizo Fadel.
Realmente es lamentable lo que está sucediendo con algunos dirigentes que se quieren colgar de los pantalones de Cobos”, dijo enojado un legislador provincial, quien acompaña a Jaque en su campaña.
EL PACTO.
Luego de la caída estrepitosa de Iglesias, al tener que dejar la conducción de la UCR nacional en manos del alfonsinismo y de que la jueza María Servini de Cubría suspendiera la intervención del comité provincia dispuesta por el ex gobernador, apareció la necesidad de una tregua entre los dos sectores radicales. Esta situación fue el disparador para que el iglesismo buscara acordar con el cobismo una tregua. Así fue que, la semana pasada, el intendente de Godoy Cruz y aliado a Cobos, César Biffi, se reunió con el iglesista y presidente del partido local, Armando Camerucci, para dialogar.
De ese encuentro surgió que, por un tiempo, el iglesismo no criticaría los acercamientos del gobernador con Néstor Kirchner y el cobismo, por su parte, aminoraría la velocidad en la concertación con el kirchnerismo. Pero ayer, Cornejo fue tajante: “Todo será posible, mientras ellos (por los iglesistas) acepten la estrategia política del gobernador y lo reconozcan como quien comanda la situación”. Lo cierto es que esta situación, más allá de lo que verdaderamente suceda entre los radicales, está generando coletazos fuertes en el PJ al punto de que aún no se sabe qué será de la concertación.