La limpieza del Lago del Parque General San Martín está cada vez más cerca. Pero ha quedado prácticamente descartada la posibilidad de vaciarlo por completo para hacer una impermeabilización, sobre todo por los costos. Así, las autoridades de ese organismo han comenzado a realizar el estudio de prefactibilidad, teniendo en cuenta, entonces, que deberán dejar una capa de lodo y arcilla para evitar filtraciones.

    “Está claro que vamos a sacar toneladas de basura (plásticos y ramas) y lodo para dejarlo limpio, pero es prácticamente imposible que saquemos todo y se ponga una geomembrana impermeabilizadora. Primero, porque es carísima, y segundo, porque el Lago quedaría tan limpio que resulta peligroso, ya que aun es difícil controlar a la gente que quiere bañarse en él, aunque está terminantemente prohibido”, señaló ayer a El Sol Roberto Belinaud, director de Parques.

BATIMETRÍA. El fondo del Lago alberga cientos de toneladas de basura y barro, por lo que, para evitar posibles filtraciones –ya que el fondo es de lodo y arcilla y no de hormigón– ha comenzado a realizarse una batimetría, que sirve para medir el espesor de estas sustancias. De esta manera se pueden determinar los sitios donde hay mayor cantidad de material alojado, conociendo en detalle el volumen y espesor. En principio, la zona norte es donde han detectado que se deposita mayor sedimento.

SIN IMPERMEABILIZACIÓN.“De esta manera será más fácil sacar las partes de donde mayor concentración existe. Limpiarlo no es difícil, pero, seguramente, dejaremos una capa, ya que hacer toda una base de hormigón e impermeabilizar es casi imposible”, agregó el funcionario, aunque comentó que todavía no se toma una decisión final al respecto. Sin embargo, cabe destacar que el presupuesto actual del Parque sólo llega a un millón de pesos.

    “El lago es un espejo de agua y lo único que está claro hoy es que no tiene que tener filtraciones.Por eso debemos dejar una capa e igual se verá limpio. Pero el real temor es que la gente no entienda que no se puede bañar”, señaló Belinaud.

DRAGADO.
Una vez que se terminen estos estudios y se determinen las zonas a limpiar, en el invierno del próximo año, época en que se depositan mejor todos los sedimentos, se realizaría el dragado, tal como se ha previsto con el riachuelo porteño. Este procedimiento consiste en un sistema de bombeo que saca el barro y la suciedad –todo lo que es plástico y material sólido– lo cual se deposita en contenedores.

    Así, antes de esta operación, las autoridades del Parque están trabajando con especialistas para censar la cantidad de basura y lodo que hay en el fondo, así como el control que debe haber a la hora de hacer el dragado. Además, ahora se sumó otro problema para las autoridades, aparte de la basura arrojada en los prados y el alcoholismo entre los jóvenes: el robo de rosales. Por tal motivo, la dirección de Parques ha comenzado a reponer todas las plantas que fueron sustraídas en el Rosedal (ver aparte).