El Concejo Deliberante de Godoy Cruz sesionó en la sede de la unión vecinal Angélica Civit de Suárez de ese departamento, ante la presencia de algunos vecinos. Esta es la tercera vez que los concejales hacen su trabajo frente a algunos habitantes del distrito. Las otras dos fueron en el barrio Covimet y en la escuela Valentín Bonetti.

    El objetivo de esta iniciativa es que los residentes conozcan a los funcionarios, vean una sesión y, a su vez, les trasmitan sus inquietudes. Según los ediles, este mecanismo sirve para darle legitimidad y mayor validez a las uniones vecinales. Las necesidades de los vecinos son escuchadas y hay un debate al respecto para tratar de mejorar y solucionar sus problemas.

    El presidente de la unión vecinal Angélica Civit de Suárez, Andrés Baigorria, dio algunos detalles de los problemas que acarrean: “Tiene que haber una revalorización y un mayor apoyo a las uniones vecinales y crear resoluciones con un apoyo económico para el sustento de los mismos.

    Además, hay que premiar a quienes hagan bien su trabajo y ayuden a los vecinos y castigar a los que no cumplen las expectativas que piden los socios de esa asociación, al margen de las obras en los diferentes espacios verdes del departamento y pavimentación de las calles”. Esta unión vecinal tiene 22 miembros y cuenta con tres programas que son los únicos que hay que abonar, tales como Apoyo Escolar, Informática y Alfabetización. Los otros, como música, deportes e idiomas no llevan ningún costo.

    PARA TODOS. La intención de la entidad es que ninguno de los cursos haya que abonarlos. Pero para eso necesitan el apoyo de la municipalidad. La respuesta de los concejales ante estos pedidos fue que “en lo inmediato se le iba a notificar la decisión tomada”.

    Otro de los reclamos, hecho por Blas Ibazeta, presidente de la unión vecinal de Villa del Parque, fue que “el barrio llega hasta la calle Santiago del Estero, pero la limpieza, recolección de residuos y el hormigonado alcanza a Talcahuano, por lo que hay una cuadra que está discriminada en las mejoras de las obras”.

    OTRAS QUEJAS. Un vecino del Barrio SUPE apuntó que el parque Lencinas, ubicado junto al hospital del mismo nombre, “está prácticamente abandonado, los árboles están secos, hay basura y escombros y todo parece tierra de nadie. La comunidad mormona lo limpió el 9 de setiembre y recién ayer (por el domingo) vinieron a retirarlos.

    Acá falta conducción y planificación y, además, hay una falta de gestión absoluta”. Según dijeron ayer los concejales, el mes que viene habrá otra sesión en algún barrio del departamento. El cronograma indica que posiblemente en sea en el Trapiche, ubicado junto a la Costanera.