“Hacé esto, pero cuidado que no lo podés hacer”. Más o menos ese sería el mensaje contradictorio que entregan los diferentes organismos responsables del tránsito en la provincia. Algo paradójico sucede en la calle Paso de los Andes de Capital. Si cualquier persona que circula con su vehículo presta un poco de atención, terminará con una inmensa confusión en la cabeza. Cruzando la calle Sobremonte, antes de llegar a Clark, por un lado se puede encontrar una señalización vial que indica que, circulando a 50 kilómetros por hora, se tendrá onda verde en todos los semáforos que continúan.
Pero, por otro lado, a menos de 30 metros de esa esquina también se puede leer una señal de restricción que no permite una velocidad superior a los 40 kilómetros por hora. ¿Qué hacer en este caso? El conductor que quiera tomar todos los semáforos en luz verde lo dudará al saber que, al mismo tiempo, estará incumpliendo la Ley de Tránsito. A esta contradicción de los carteles de Paso de los Andes se agrega que nadie se hace responsable.
Al tratar de constatar quiénes eran los responsables, tanto la Municipalidad de Capital como las direcciones de Vialidad y Vías y Medios de Transportes no se hicieron cargo. Repartiendo culpas entre los tres organismos, en algo coincidieron: hay un despropósito en las señalizaciones.