Lejos de echarlos, el Ministerio de Seguridad anunció ayer que tiene previsto transformar en empleados efectivos a la mitad de los contratados que trabajan en el área, que son 77 en total, según la lista oficial. Así lo indicó ayer el coordinador de Recursos Humanos de la cartera, Lelio Meli. El funcionario explicó que la medida beneficiará a los empleados que tienen mayor antigüedad en el ministerio, quienes recibirán la categoría de interinos, rango que es “muy similar al de la planta”, especificó.

    A pesar de la polémica que enlodó esta semana al ministro Miguel Bondino, Meli dijo que necesita contar con estos empleados para poder sacar más policías a la calle. Y aclaró que la relación es “tres por uno”. O sea, que se incorporará a la planta a casi cuarenta contratados, lo que permitirá que más de 100 efectivos abandonen el escritorio y se sumen a los policías en funciones operativas.

   Meli agregó que, así, podrá contar con los empleados “una hora más por el mismo sueldo y se los podrá remover, porque no tienen estabilidad”. El reordenamiento administrativo de Seguridad ya permitió que 52 civiles absorbieran las tareas que hacían 130 policías, quienes, así, salieron a la calle.

    COMUNICADORES, NO. Lo que está en duda es la continuidad de los contratados que generan más sospechas. Se trata de los comunicadores Cristian Pérez Barceló y Mario Limeses, quienes, junto a otros jóvenes que se desempeñan en prensa, serían removidos.

    Estos empleados estuvieron ligados a Raúl Moneta y hasta circula la versión de que consiguieron sus contratos a través de “aprietes” a Bondino. Sin embargo, Meli atribuyó sus posibles despidos a que “es muy difícil que un comunicador quede atornillado al cargo, por el tipo de trabajo que hace”.

    Tampoco seguirían trabajando mucho tiempo más en Seguridad los contratados que están poniendo a punto el sistema de comunicación Tetra. En cambio, el ministerio quiere retener al personal que “ha cumplido con las expectativas”. Entre ellos, los instructores de sumarios de la Inspección General de Seguridad.

    PRESUPUESTO.
Con la absorción de contratos y otras medidas, Bondino espera elevar en breve el personal civil de su cartera de 300 a 350 o 380 empleados. El panorama del 2007 se aclarará la semana que viene, cuando se empiecen a definir las cifras del presupuesto del año próximo.

    Sin embargo, la pauta deberá pasar el filtro de los legisladores, quienes prometen que pondrán la lupa en los gastos de personal. Bondino manejó este año alrededor de 330 millones de pesos de presupuesto, mientras que la expectativa es que se autorice un aumento cercano a 10%. Así, el ministro de Seguridad administraría el año próximo entre 30 y 40 millones de pesos más que en el 2006.