El Departamento General de Irrigación dio a conocer el Pronóstico de Caudales de los ríos de Mendoza y los datos no son nada alentadores. Según las cifras oficiales, se espera que para la temporada 2019-2020 haya alrededor de un 11% menos de agua.

A este pronóstico de sequía se suma que para los meses de octubre, noviembre y diciembre las precipitaciones serán inferiores a lo normal en un 40%, según los datos aportados por el Servicio Meteorológico Nacional.

“Esta es la nueva normalidad, el cambio climático. Tenemos muchos años por delante con esta realidad y hay que prepararse para eso”, sostuvo el superintendente de Irrigación, Sergio Marinelli. Hay que recordar que este 2019 la provincia cumple 11 años en emergencia hídrica y por ahora no se prevé que la situación cambie.

Las estimaciones anuales que realizan desde Irrigación, muestran que la disponibilidad de agua para la próxima temporada, y para ríos con hectáreas de bajo riego será del 54% de un año medio. Así el organismo del agua pronosticó un año hidrológico seco para el río Mendoza, Tunuyán, Diamante, Atuel, Malargüe y Grande ya que todos están por debajo de la media histórica.

“Estamos en un período de escasez hídrica. Esto quiere decir que los ríos traen menos agua de lo previsto, en donde el caudal que van a tener es muy inferior al que tiene la media histórica. Imagínese que en casi todos los ríos estamos aproximadamente en un 50% de lo que es la media histórica. O sea, el agua que vamos a disponer es la mitad del agua que se ha tenido históricamente en esa media”, explicó el titular de Irrigación.

Estamos peor que el año pasado en materia hídrica. Se espera 11% menos de agua para la temporada 2019/2020 #PronósticoDeCaudales que @IrrigacionMza da a conocer todos los años en esta época. pic.twitter.com/MKNK2SBCbp

— Sergio Marinelli (@smarinelliMza) October 8, 2019

Para poner un ejemplo de la situación, en el caso del río Mendoza, para la temporada que entra se espera un12% menos de agua que en 2018-2019, según los datos, la temporada que pasó fue el segundo peor año de los últimos 22. El pronóstico indica que tendrá un caudal del 60% de su media histórica.

Una de las situaciones más críticas la tiene el río Tunuyán- que riega más hectáreas- ya que esta temporada tuvo su peor año en los 65 del registro existente y para lo que viene se espera que haya un 6% menos de agua que en 2018-2019. Además su caudal será del 53% de la media. Tampoco se queda atrás el río Diamante, registrando el segundo peor año en los 48 del registro existente. Para la temporada entrante habrá un 8% menos de agua que en la actualidad.

En el caso del río Atuel tuvo su peor año de los últimos 48 y para la temporada entrante se espera un 17% menos de agua que en la actual.

Plan de Sequía

En medio de la crisis hídrica, el año pasado se envió un proyecto de ley para aprobar un Plan de Sequía, sin embargo, como dijo Marinelli, la iniciativa quedó “estacionada” en la casa de las leyes sin tratamiento.

Con ese proyecto se apuntaba a delinear una política de Estado en la materia incluyendo a todos los sectores. De todos modos se espera que el Plan de Sequía sea aplicado directamente por el organismo del agua y el puntapie inicial apunta a la impermeabilización de canales.

“Se necesita información, educación, cambio de cultura, inversión, y atender cada cuenca en particular.  El cambio se notará cuando podamos presurizar el riego”, resumió. 

Además anticiparon que el próximo 20 de noviembre se presentará un Observatorio del Agua, para que se pueda evaluar la calidad y cantidad del recurso hídrico y se puedan realizar las consultas pertinentes.

Actualmente se realiza un plan de medición intrafinca para detectar la eficiencia de los regantes y en algunos casos solo llega al 13%. 

Consumo humano

A pesar de la crítica situación hídrica, el titular de Irrigación dejó en claro que la cantidad de agua asignada que aportan al sistema será la misma, ya que es la “prioridad número uno”.

“Tiene que haber en servicios públicos una cantidad de agua necesaria racional a un valor accesible para que todos tengan acceso, cuando esa cantidad razonable se excede tiene que haber un castigo”, concluyó.