“Tiembla, tiembla. Con tranquilidad vamos saliendo del edificio”. Así guiaba la coordinadora del simulacro de ejercicio sísmico,María Rosa Santander, a los alumnos del colegio Sagrada Familia de Guaymallén. Y los chicos acataron, con seriedad y responsabilidad, todas las indicaciones que les fueron dando ayer a la mañana personal de Defensa Civil. Todo los trabajadores de la Municipalidad de Guaymallén también participaron de la actividad. El resultado, en las mayorías de las instituciones, fue coordinado y ordenado.

PREVENCIÓN. En total, fueron más de 1.600 escuelas las que simularon un sismo en sus edificios para medir la respuesta de docentes, no docentes y alumnos ante un eventual movimiento sísmico. Alrededor de 500.000 personas, entre alumnos, docentes, no docentes y personal de Defensa Civil, entre otros, en todo Mendoza, en los tres turnos y en todos los niveles educativos, participaron del ejercicio sísmico organizado por personal de Defensa Civil del Ministerio de Seguridad y de la Dirección General de Escuelas.

    También se contó con la colaboración del Centro de Operaciones de Emergencias Provincial (COEP). El director de Defensa Civil, Domingo Mateos, indicó que el resultado de este simulacro fue mejor al anterior, realizado en mayo de este año. Mateos agregó que la intención para el 2.007 es incrementar a tres la cantidad de simulacros, aunque con la particularidad de también incluir a centros comerciales y grandes hoteles.

EXITOSO.Si bien los simulacros se dieron en todos los colegios de la provincia, en tres turnos (10.30, 16.30 y 21), El Sol pudo participar en esta ficción de la realidad que se hizo en el establecimiento Sagrada Familia y en la Municipalidad de Guaymallén. A las 10.30 en punto, una sirena empezó a sonar afuera de la escuela y del municipio. En ese momento, los agentes del COEP y de Defensa Civil comenzaron a darle indicaciones a los chicos y trabajadores para que evacuaran los edificios de manera rápida y ordenada.

    Todos los involucrados reaccionaron con tranquilidad y mucha seriedad, sobre todo los estudiantes. Desplegando todo lo aprendido, cada chico primero atinó a meterse debajo del banco, luego pasaron a retirarse de sus cursos para reunirse todos en el centro del patio. Una vez juntos, en fila y lejos de cualquier objeto potencialmente peligroso, fueron saliendo a la calle. En el simulacro, a algunos niños los retiraron en camillas y otros fueron ayudados por bomberos voluntarios.

    Fueron cerca de 270 los alumnos que evacuaron el edificio en cinco minutos y once segundos. Roberto Ippólito, director nacional de Protección Civil, se sorprendió por la buena respuesta que tuvieron los chicos del Sagrada Familia: “No es fácil, son jóvenes, pero se ve que ha habido un trabajo serio, ya que respetaron las indicaciones que les han enseñado. Se ve que los chicos tienen una cultura sísmica inculcada”. Mientras que Domingo Mateos manifestó que los estudiantes “cada vez están tomando el tema de los simulacros con mayor responsabilidad. Ya no es como antes, cuando los chicos salían gritando, jugando, sin darle la importancia que tiene.Hoy (por ayer) se tomó todo muy en serio”.