QUITO (EFE). La Policía de Ecuador reforzó ayer la seguridad en los alrededores del Parlamento para evitar desmanes en las manifestaciones populares contra los legisladores y a favor de una asamblea constituyente. El comandante de la Policía, Bolívar Cisneros, dijo que el martes se dispuso que 450 efectivos custodien las instalaciones del Parlamento, donde se produjeron desórdenes y resultaron con heridas leves al menos cinco policías y una fotógrafa de la agencia Efe.
Cisneros indicó que se decidió reforzar la vigilancia para garantizar la seguridad tanto de los diputados como de los que protestan. Pese al anuncio de los manifestantes de que continuarán con sus reclamos, el presidente del Parlamento, Jorge Cevallos, indicó ayer que los legisladores volverán al recinto para retomar la sesión que suspendieron el martes. Cevallos señaló, sin embargo, que se analiza la posibilidad de trasladar temporalmente las sesiones a las ciudades de Guayaquil o Manta, ambas ubicadas en la zona costera del país, en caso de que en Quito continúen las protestas.