“Cada uno de los que quedamos está contento por tener la posibilidad de jugar la Copa del Mundo, pero también fue muy duro que se haya reducido el plantel, ya que el grupo que se formó es muy bueno y todos estamos muy unidos. Nosotros sabíamos que las cosas eran así y ahora deberemos concentrarnos para enfocarnos en los aspectos del juego a mejorar”, señaló el jugador, quien al final el torneo ecuménico volvería a jugar en Newman. También agregó:“Pero aquí nadie se conforma.

           Los amistosos que vienen van a servir para que los jugadores puedan seguir mostrándose, ya que en este plantel nadie se conforma por el hecho de haber quedado. Creo que el nivel de todos es muy parejo y esa competencia le servirá mucho al equipo”. En cuanto al trabajo que vienen haciendo, Contepomi añadió: “Seguimos entrenando con mucha intensidad en el aspecto físico, porque quedan pocas semanas antes de que haya que bajar las exigencias para llegar en buenas condiciones al debut.

            Ahora empezamos a entrenar mucho con pelota y a pensar qué haremos cuando ataquemos”. Los Pumas comenzaron ayer su tercera semana de entrenamientos en las instalaciones del Colegio Cardenal Newman de Boulogne. El conjunto argentino jugará el partido inaugural del Mundial ante el local el 7 de setiembre y como parte del grupo D. Luego, Los Pumas se medirán ante Georgia (el 11), Namibia (26) y cerrarán su participación en la zona ante Irlanda el 30 de setiembre. La final del Mundial será el 20 de octubre en Sanint Denis.