Si hay algo que nos trae dolor de cabeza como provincia son los casos de excesos policiales que han costado varias víctimas en los últimos años. Incluso, el más famoso fue el que terminó con la vida del joven bonaerense Sebastián Bordón, asesinado en 1998 por policías de San Rafael. Esa muerte, como muchas otras, dejó a la provincia como la propietaria de una de las policías más violentas, corruptas e improvisadas del país, quizás, sólo por debajo de la tristemente célebre Policía Bonaerense.

    El caso Oros hoy nos trae de nuevo esos recuerdos y el tema ya saltó a los diarios nacionales, los que ponen su mirada en Mendoza por la posibilidad de que Julio Cobos sea candidato a vicepresidente de alguno de los Kirchner. La Policía, como se ve, hace muy mala publicidad para el gobernador Cobos.