La oposición brasileña cargó ayer contra el Gobierno y el Partido de los Trabajadores (PT), el que 13 días antes de las elecciones fue salpicado por otro escándalo que causó la dimisión de un asesor del presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Las nuevas acusaciones contra el PT sugieren que dirigentes de ese partido, que postula a Lula para la reelección, pagaron por un informe falso que implica en corruptelas a candidatos del opositor Partido de la Social Democracia (PSDB).

    El caso fue destapado por la Policía el fin de semana. El lunes, un cercano asesor de seguridad de Lula renunció al cargo por su presunta implicación en el asunto y, ayer, la oposición cargó desde la derecha y desde la izquierda. “La sociedad tiene que decir basta”, declaró Geraldo Alckmin, principal adversario electoral de Lula y candidato del PSDB, quien afirmó que “desde que llegó al poder, el PT está en el submundo del crimen”.

    Desde la izquierda, la candidata marxista Heloísa Helena Lima hizo una asociación similar y dijo que “el PT se está convirtiendo en una organización criminal capaz de cualquier cosa con tal de liquidar a quien se oponga a su proyecto de poder”. La oposición también ha pedido a las autoridades electorales una investigación y que la candidatura de Lula sea impugnada en caso de que se descubra que el PT está realmente implicado.

SILENCIO. Lula, por ahora, permanece en silencio. El asunto estalló cuando se aprestaba a viajar a Nueva York para la Asamblea General de la ONU. Todavía no se ha pronunciado y sólo tiene previsto regresar al país hoy. Su única reacción ha sido aceptar la renuncia de Freud Godoy, un funcionario de seguridad del Palacio Presidencial de Planalto y dueño de una empresa que vigila las sedes del PT en Sao Paulo.

    Godoy, amigo de Lula desde 1989, fue acusado de negociar la compra de los documentos que, con bases falsas, implicaban en casos de corrupción a Alckmin y a José Serra, también del PSDB y favorito para ser elegido gobernador de Sao Paulo el 1 de octubre. La denuncia la hizo el abogado Gerimar Pereira Passos, detenido el viernes junto al militante del PT Valdebram Padilha, cuando esperaban con 1,7 millones de reales (unos 800.000 dólares) a quien les entregaría el documento falso.

    Pereira Passos trabajaba en el comando de campaña de Lula como miembro de un “núcleo de información e inteligencia”, según admitió el presidente del PT, Ricardo Berzoini, quien, sin embargo, ha dicho que el partido no tiene nada que ver con el caso. El informe, según la Policía, fue comprado a la familia Vedoin, implicada en fraudes en la adquisición de ambulancias para el Estado, lo que tiene bajo sospecha a ochenta parlamentarios de diez partidos. Según la Policía, otro hombre del entorno íntimo de Lula puede estar ligado al asunto. Es Jorge Lorenzetti, militante del PT que dirige la campaña de Lula en el Estado de Santa Catarina y del que se sospecha que actuó como intermediario entre los Vedoin y Freud Godoy.