Uno de los dos hombres asesinados durante un presunto ajuste de cuentas narco ocurrido el martes por la noche en el oeste de Chacras de Coria, en una casa del distrito Vertientes del Pedemonte, tenía pedido de captura por un resonante hecho de inseguridad ocurrido a principios de año en Godoy Cruz.

Se trata de la víctima identificada como Gabriel Adrián Ortiz Calderón, un “changarín” nacido en Mendoza el 29 de octubre de 1980 y con domicilio en el barrio Los Cerros del citado departamento.

La tarde del 31 de marzo se produjo un golpe comando en el trozadero Padreras, ubicado en la intersección de calles Rodríguez Peña e Independencia, en Godoy Cruz.

Cinco sujetos que se movilizaban en una Toyota Hilux blanca ingresaron armados al lugar y atacaron a todos los presentes. Algunas víctimas, entre ellas guardias de seguridad y hasta un empleado, fueron golpeadas por los asaltantes.

Cinco minutos duró el atraco –comenzó a las 13.38– en la carnicería. Y la banda se llevó 178 mil pesos en efectivo para escapar a toda velocidad.

Cuatro de los malvivientes fueron identificados gracias al trabajo de los policías de Robos y Hurtos de Investigaciones, quienes se basaron, mayormente, en lo que registraron las cámaras de seguridad. Uno de ellos fue Ortiz Calderón, quien fue tomado de frente por uno de los aparatos del local.

Vestido con buzo azul y visera roja, y luciendo barba candado y lentes de sol para camuflar su rostro, Ortiz fue uno de los asaltantes marcados por los detectives.

Llevaba un bolso de importante tamaño y se cree que fue uno de los que tomó el dinero. Además, cargaba una serie de herramientas porque la organización tenía como objetivo abrir la caja fuerte del lugar.

De acuerdo con la información a la que accedió El Sol, la banda delictiva que integraba Ortiz es conocida como Los Zorros, conformada por una familia de apellido Silva.

Además de la prueba de las imágenes, el modus operandi detectado fue similar a otros hechos perpetrados en la zona de Agrelo, en Luján.

Cuando los detectives comenzaron a seguir los pasos de la banda, supieron que Ortiz había dejado la provincia para refugiarse en Neuquén.

En las tareas de vigilancia que se desarrollaron cerca de su casa, no se pudo confirmar su presencia en el lugar. Debido a esto, un vecino les contó a los policías que el sospechoso había dejado su hogar luego de cometido el atraco.

Uno de los que terminó atrapado por Robos y Hurtos fue uno de los señalados cabecillas de la gavilla, llamado Javier Manuel Silva, de 44 años. Los policías lo redujeron a principios de este mes en la localidad de Ugarteche. Dijo ser jornalero.

Otro de los Silva que cayó fue Diego, su hijo, de 19 años, quien también quedó identificado por las cámaras de seguridad. Los efectivos detectaron a este sujeto nacido el 11 de noviembre de 1999 cerca de la cárcel de mujeres de El Borbollón, luego de una persecución.

Cuando allanaron la casa donde se escondía, le encontraron un arma calibre 380 y una camioneta Chevrolet S10 denunciada como robada. Ambos quedaron a disposición de la Justicia, explicaron las fuentes.

Lo cierto es que Ortiz Calderón se encontraba en la clandestinidad cuando fue ejecutado de dos balazos mientras se hallaba con su amigo, Juan Ricardo Carrizo, un soldador de 30 años.

Ver también: Quiénes son las víctimas del doble crimen

Tenía pedido de captura por el asalto en la carnicería y los policías le había perdido el rastro luego de que escapara hacia Neuquén.

Por el doble crimen, efectivos de Investigaciones capturaron a un hombre llamado Darian Valdivia, quien es señalado como “narco vip” por los investigadores.

Las fuentes finalizaron y sostuvieron que restaría atrapar a otros dos cómplices que participaron del ataque.

En total, Policía Científica levantó 12 vainas servidas calibre 9 milímetros en la escena, una casa donde pasaba sus días una joven con causa federal por drogas ubicada en Los Chañares y camino de la Unión.