Desde hoy, los morosos hipotecarios tendrán una nueva posibilidad para regularizar sus deudas. Será a través de la reapertura del padrón de morosos. Este registro, en el que deben inscribirse todas aquellas personas que, a raíz de su déficit hipotecario, están en riesgo de perder su vivienda, protege a los inscriptos de los remates y, además, posibilita la renegociación de las deudas, que en muchos casos fue adquirida en dólares cuando en el país estaba vigente el régimen de convertibilidad un peso, un dólar.

    La reapertura del registro, que fue creado y abierto en el 2005, está dirigida básicamente a quienes entraron en mora de pago de las cuotas de su vivienda familiar desde noviembre del 2005 hasta diciembre del 2006, pero también contemplará la situación de quienes mantienen deudas anteriores a esa fecha y no se hayan inscripto en la primera apertura. Con esta medida, desde la Comisión de Seguimiento de Deudores Hipotecarios, integrada por el Movimiento en Defensa de la Vivienda Familiar (Modevifa), el Ministerio de Desarrollo Humano, Familia y Comunidad, el Ministerio de Infraestructura Urbanismo y Vivienda, el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores, buscan captar a unas 1.800 personas, que, se estima, entraron en mora en el pago de sus cuotas a fines del 2005 y aún no pueden regularizar su situación.

    La inscripción en este padrón establece la posibilidad de que los deudores puedan renegociar sus deudas hipotecarias con las entidades bancarias pertinentes –en 80% de los casos se trata del Banco Hipotecario pero también hay otras entidades bancarias– y los ampara ante la posibilidad de remate, haciendo valer legislación nacional y provincial. En este sentido, la última norma es la ley 8.005, que entró en vigencia este año y que establece la ampliación de la suspensión de los remates hipotecarios por 180 días hábiles.

LOS REQUISITOS. Los interesados en inscribirse en el registro deberán cumplir algunos requisitos: que la casa hipotecada y en mora sea vivienda única y familiar; que su uso sea permanente, es decir, que este habitada por el deudor; que el monto adeudado no exceda los 100.000 pesos y que hayan efectuado el pago de, al menos, 24 cuotas.

LA DOCUMENTACIÓN. Para la inscripción, el deudor necesita fotocopia de la primera y segunda hoja del DNI y copias de la escritura de constitución de la hipoteca, del último recibo de pago o última certificación y de la sentencia de remate o suspensión de remate.

LA RENEGOCIACIÓN. La mayoría de los morosos hipotecarios de la provincia adquirió su deuda en tiempos de la convertibilidad. Con la caída de este sistema, muchas familias se vieron imposibilitadas de hacer frente a la hipoteca de su casa con el cambio de reglas en la moneda. Así, uno de los logros más importantes de la Comisión de Seguimiento de las deudas hipotecarias es la posibilidad de recálculo y actualización de las cuotas atrasadas, pagadas por el deudor de acuerdo con sus posibilidades. Esta renegociación se realiza a través del trabajo de técnicos del IPV, que evalúan el valor del inmueble, lo tasan y, a base de esos números, el Gobierno pone en marcha un mecanismo de acuerdo con las entidades bancarias pertinentes.

SIN COMPRA. Con el afán de dar soluciones a los deudores hipotecarios, desde el Gobierno, en algún momento se barajó la idea de que se comprara la cartera de deuda hipotecaria a la banca privada –con una importante quita– y luego se arreglara, individualmente con los morosos, la forma de devolución de lo invertido. De este modo, la intención era hacer desaparecer el fantasma del remate y dar oxígeno a muchas familias que desde el 2001 corren riesgo de perder su vivienda.

    Esta iniciativa no fue descartada totalmente pero sí estaría muy lejos de cristalizarse a la brevedad. “Hoy sería muy difícil asumir este compromiso por parte del Estado, por eso estamos evaluando otras alternativas. Por lo pronto, esta es una buena medida para que la gente regularice su situación y evitemos los remates”, explicó Francisco Pérez, ministro de Infraestructura, Vivienda y Transporte.