Todo comenzó cuando el dueño de casa advirtió que el hombre había escalado una de las paredes y se encontraba en el patio de su morada. Al tratarse de un desconocido, dio aviso de inmediato a la policía, la que acudió inmediatamente y detuvo al huésped inesperado. Lo llamativo es que dado que en ese momento no contaban con ningún móvil, procedieron a trasladar al detenido caminando hasta la Oficina Fiscal Nº1 de Capital, –ubicada a poco más de una cuadra–, donde quedó detenido.