Últimamente no has tenido ganas de sexo. Al principio no te preocupaba tu libido para nada. Pero ya pasaron meses y empezás a “desear” que vuelvan a vos las ganas de tener sexo. ¿Qué te está pasando?

Por tu cabeza comienzas a pasar pensamientos tales como “¡Auxilio, se acabó mi vida sexual!”,  “¡Estoy condenada a vivir con poco deseo!”, “Tal vez sea porque estoy atravesando una etapa por tanto estrés. Cuando se acaben mis exámenes/empiece a trabajar/me mude, me sentiré deseosa de nuevo”.

¡No estás sola!

Casi todas las mujeres vivimos, en algún momento de nuestra existencia, un comportamiento sexual que suele definirse como de baja libido y poco deseo de hacer el amor. Esta constituye la disfunción sexual más frecuente entre las mujeres y la tendencia es a que se incremente según pasen los años. La pregunta recurrente es por qué sucede esto, incluso cuando vivimos con la pareja de la que estamos enamoradas y no existen conflictos que justifiquen tal conducta.

La respuestas son muchas y entre las más frecuentes se invocan las alteraciones orgánicas provocadas por el alcohol y las drogas, también las secuelas de tratamientos farmacológicos antidepresivos, trastornos endocrino-metabólicos (por deficiencia de la hormona testosterona) y enfermedades crónicas como la diabetes y la insuficiencia renal.

Factores psicológicos que afectan el deseo sexual

Se relacionan asimismo factores psicológicos -en muchos casos la causa más frecuente-, entre ellos, los conflictos de la pareja, el agotamiento físico, la depresión, el excesivo estrés o ansiedad, el bajo nivel de autoestima, las actitudes negativas hacia la sexualidad y experiencias sexuales traumáticas.

En la lista también podrían agregarse etapas trascendentes en la vida de una mujer que comprometen su respuesta sexual como son el embarazo, la lactancia, el climaterio y la menopausia. Estos procesos producen modificaciones anatómicas y hormonales que en algunos casos involucran la respuesta sexual, aunque no necesariamente conducen a la inapetencia.

¿Qué influye en la pérdida de la libido femenina?

Los factores que influyen en el apetito sexual o libido femenina son muchos y variados:

# El sobrepeso

Las células grasas cambian el equilibrio de las hormonas sexuales del cuerpo de la mujer. El sobrepeso no es un factor determinante en la pérdida de la libido femenina y lo podemos ver en muchas mujeres que a pesar de tener sobrepeso tienen una vida sexual satisfactoria. El exceso de peso afecta principalmente cuando se ve mermada la autoestima. Si una mujer no está conforme consigo misma, negativiza el concepto que tienen de su cuerpo y eso se refleja en su libido.

# Los estilos de vida poco saludables

Ejercicio y estar en buena forma física y mental son una de las mejores fórmulas para tener la libido en buenas condiciones y por ende, una vida sexual plena. Lo mismo ocurre con las personas que no fuman, que no beben y que se sienten saludables. La libido femenina acusa estos estilos de vida sin lugar a dudas.

# Los anticonceptivos

Los anticonceptivos afectan a la libido femenina ya que por la ingesta de ‘antibabies’ se desequilibra el sistema hormonal natural del cuerpo. Hay que tomar en cuenta que los anticonceptivos producen tipos de hormonas que limitan a otras y las vuelve ‘inactivas’ con el fin de que no se llegue a buen término con el ciclo de la procreación. Eso hace que muchas mujeres literalmente se ‘apaguen’ en su libido. Digamos que los anticonceptivos orales literalmente apagan la libido femenina.

# El cansancio físico, falta de sueño o fatiga

El cansancio físico afecta en todo aspecto de la vida, incluso en las relaciones sociales y sexuales. Prueba de ello, es que la mayor parte de las relaciones sexuales de una pareja se producen en fines de semana, cuándo las ocupaciones diarias no les están abrumando. Ocurre lo mismo cuándo hay insomnio, cuándo hay falta de ocio, o hay alguna enfermedad que limita las energías. Para que la libido femenina esté saludable, el cuerpo también deberá estar en excelentes condiciones.

# La libido femenina después de dar a luz un bebé

Las mujeres que acaban de tener un hijo generalmente pierden la libido. La prolactina hace que la libido femenina se vea afectada de forma negativa. La prolactina es la hormona que se produce durante el período de lactancia. La vida sexual de una mujer que ha dado a luz se ve apagada debido a los cambios hormonales, la falta de sueño y también, porque la pareja suele distanciarse debido a las mismas tareas que representa cuidar del bebé.

# Ingesta de medicamentos

Hay medicamentos que afectan directamente a la libido femenina y masculina. Algunos de estos son los antidepresivos. Este tipo de drogas activan un neurotransmisor que se llama serotonina, el cual inhibe el deseo sexual en ambos sexos. Estos medicamentos son bastante efectivos en tratar la eyaculación precoz. Otros medicamentos que apagan la libido femenina y masculina, son los que algunas drogas narcóticas e incluso algunas que son ilegales como la cocaína, el éxtasis, etc.

# Los problemas de pareja

La falta de confianza, los celos, la falta de comunicación, pueden afectar grandemente al deseo sexual de la mujer. Cualquier debilidad psicológica en la pareja puede verse reflejado en la intimidad, ya que la libido femenina es mucho más susceptible a los factores psicológicos, que la libido masculina.

La situación emocional es un círculo vicioso que se cierra en la cama. Si no se está a gusto, seguramente baja el interés de una de las dos partes, afectando necesariamente al otro. Si no hay ganas, no hay ternura, si no hay ternura, hay alejamiento, si hay alejamiento, no hay apetito sexual.

# Los dolores crónicos

“Me duele la cabeza”, “tengo un terrible dolor de espaldas”… esto no siempre son excusas para no estar dispuesta. Generalmente es verdad y muchas veces, aun teniendo dolores, se tienen ganas de relaciones sexuales, pero ni el deseo, ni las respuestas sexuales tienen la misma intensidad. El mismo dolor llega a ser una fuente de distracción, acabando tristemente con la libido femenina.

# El estrés y cambios importantes

Cambios de la vida como perder el trabajo, tener un hijo, cambiarse de casa o de ciudad, trabajos estresantes o eventos emocionantes, pueden hacer que se pierda la libido. El interés sexual también puede ser sustituido por una gran ilusión o un plan vehemente. El estrés en general quizás genere alguno de los problemas que hemos mencionado anteriormente: falta de sueño, desconcentración, ganar peso, empezar a fumar, etc. Factores todos que afectan a la libido femenina y también la masculina.

Recordá que tener tu libido baja no es un problema que necesariamente requiera medicación. Es algo que se puede cambiar con cambios en tu relación de pareja o también en tu entorno. No obstante, si sentís esta pérdida de deseo, y ésta aumenta cada vez más, es importante que acudas a un profesional para una consulta.