Los vuelos desde el aeroparque metropolitano Jorge Newbery se normalizaron ayer debido a la conclusión del paro que mantenían los empleados de atención al público de Aerolíneas Argentinas y el buen clima imperante. Así lo confirmaron a DYN fuentes sindicales y de la compañía, las que reconocieron que hoy se llevará a cabo una reunión de buenos oficios, en el ámbito de la Secretaría de Transporte, para acercar posiciones en el conflicto por la reducción de la jornada laboral que reclaman los trabajadores.

    El gerente de Asuntos Corporativos de la empresa, Jorge Molina, sostuvo que se normalizaron todos los vuelos y aclaró que los 11.000 pasajeros que habían sido perjudicados por la medida de fuerza, que comenzó el domingo y terminó el miércoles, pudieron viajar. El delegado general del espigón Aeroparque, Cristian Fontana, aclaró que hubo algunas demoras en la partida de varios vuelos pero reconoció que se regularizó la actividad en la estación aérea.

    Ambas partes coincidieron en que hoy se reunirán representantes de la empresa y los delegados para encontrar una resolución a las demandas de reducción de la actual jornada laboral de los empleados de atención al público, que los gremialistas sostienen que es muy elevada y genera daño psíquico. Sin embargo, Molina aclaró que “el horario de trabajo no es un punto de negociación abierta” y aclaró que el encuentro en la Subsecretaría de Transporte Aéreo “no es un ámbito de resolución de diferendos sobre condiciones de trabajo”.

    Durante la jornada se cumplieron unos sesenta vuelos, que habían sido programados desde el miércoles por Aerolíneas Argentinas y Austral, que lograron cubrir la demanda del día y la de los vuelos retrasados. Molina, además, aseguró que los vuelos también pudieron cumplirse con normalidad, porque la niebla que cubrió gran parte de la región metropolitana desde la semana pasada, que agudizó la crisis, no continuó ayer, más allá de una neblina que se disipó en el transcurso de la madrugada y la primera mañana.

    La visibilidad nula que hubo en los últimos días fue lo que inició el conflicto, ya que la suspensión de los vuelos generó irritación en los pasajeros y actos de violencia de algunos usuarios contra empleados de atención al público. Los delegados anunciaron el paro para exigir seguridad pero luego incluyeron las demandas de reducción del horario de trabajo, un reclamo que es rechazado por la empresa controlante de Aerolíneas Argentinas y Austral.