“Y… a este equipo le falta Palermo”, tiró un futbolero, que seguramente le prestó mucha más atención a las chicas que al partido que acababan de perder Las Leonas ante Australia 3 a 2, después de estar en ventaja por dos goles. Argentina jugó ayer su segundo test match ante las australianas y sumó su segunda derrota. Hoy tendrán las tercera oportunidad de vencer a las oceánicas, cuando se vuelvan a enfrentar en el Estadio Provincial Ciudad de Godoy Cruz, a las 17. Para el encuentro de ayer, el entrenador Carlos Retegui cambió el esquema táctico y probó jugar con un 3-3-1-3, con la genial Luciana Aymar de enganche. Y el equipo se amoldó muy bien a ese dibujo y dominó ampliamente la primera mitad.

    Generó algunas chances, sumó nueve cortos pero faltó meterla. Faltó un Palermo, como dijo el futbolero. Las Leonas se encendían cuando la bocha era de Aymar. Y, aunque sea repetitivo, es inevitable no remarcarlo. Lucha juega a otro deporte, parece que corre en patines, que tiene enamorada a la bocha. Uno cree, ingenuo, después de verla a Aymar, que jugar al hockey debe ser muy sencillo. La rosarina hace todo agradable a los ojos. Recibía, siempre con dos o tres australianas cerca, aguantaba la bocha, se daba vuelta, enredaba a sus rivales y salía siempre con la vista levantada y la bocha dominada. Le faltaba el último toque, el pase final, para que Argentina se pusiera en ventaja. Metió una gran bola para Merino, pero la arquera australiana respondió rápido y bien. Minutos antes, Maccari le pegó muy cerca después de un pase de Dupuy.

    Argentina hacía los méritos para estar en ventaja, pero no hacía los goles. Australia casi no tenía la bocha y no generaba peligro en el arco local. En el segundo tiempo, de movida nomás, Barrionuevo aprovechó un corto (el noveno) para abrir el marcador y poner un poco de justicia al desarrollo del juego. Todas las bolas pasaban por Aymar. Y en una de esas jugadas, la rosarina dejó a varias rivales atrás, puso un pase perfecto y Luchetti tocó de espalda al arco para cerrar una jugada impecable y hacer delirar a las gente que estaba en el Ciudad de Godoy Cruz. Parecía que las dirigidas por el Chapa Retegui tenían todo bajo control. Si Aymar no aparecía, estaba Rebecchi (de gran partido) para ratificar el dominio de las locales, pero a las australianas no le podés regalar nada.

     Y fue así como una mala salida de Barrionuevo fue aprovechada al máximo y llegó el descuento visitante, mediante Hollywood. No fue un gol de película pero ayudó para que las australianas se agrandaran y las argentinas se desconcentren unos minutos. Y en el alto rendimiento, los minutos de desconcentración se pagan sólo con goles en contra. Primero Blyth y después Nelson pusieron a Australia arriba en sólo dos minutos, mientras nadie caía en que, en un pestañeo, Argentina estaba 3 a 2 abajo. Josefina Sruoga casi empata con un buen remate cruzado, pero, otra vez, Lynch estuvo atenta. Y así, un partido controlado mutó en derrota inesperada. No hubo caso: por ahora, el gran Martín Palermo no se dedica al hockey.