Un joven de 26 años vivió un verdadero calvario en Rosario luego de recibir un llamado falso donde le confirmaban que tenía coronavirus. Lo escracharon, insultaron y amenazaron en las redes sociales. Pero finalmente se comprobó que no estaba infectado de COVID-19: simplemente tenía anginas.

El sábado 21 de marzo Tomás Duarte tenía fiebre, se comunicó con su prepaga le recomendaron tomar paracetamol. Como la temperatura no bajaba, llamó Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias y le informaron que irían a ir a su casa a hacerle estudios.

D la ambulancia bajó una médica enfundada en un traje blanco y con la cabeza cubierta con una especie de casco. “Me pidieron que saliera a la vereda y me hicieron el hisopado en la puerta. El problema es que yo vivo en una avenida y al lado de una farmacia”, contó Duarte al portal Infobae. En ese momento todas las personas que hacían fila en el negocio presenciaron la situación.

Se aisló por si el test daba positivo. Al otro día de la revisión lo llamaron por teléfono desde un número desconocido y le dijeron que el resultado era positivo, que tenía coronavirus, por lo que tenía que mantener el aislamiento y llamar a las personas con las que había tenido contacto.

Inmediatamente empezó a recibir notificaciones con insultos y amenazas en sus redes y en las del local gastronómico familiar, muy conocido en su barrio. “Yo te compré, hijo de puta, comió toda mi familia”, decía uno de los mensajes. Mientras su foto con su dirección y un cartel que decía “Dio positivo en coronavirus” se viralizaba.

Surgieron audios que señalaban que su nombre no figuraba en el reporte diario de contagiados porque proviene de una familia con plata y contactos con el poder. Toda la información vieja que compartió en sus redes se le volvió en contra: por ejemplo había viajado a Estados Unidos, pero en octubre de 2019.

“Decían que me iban a prender fuego la casa, que era un hijo de puta porque había vuelto de Miami y no me había importado contagiar a todo el barrio, que era un forro por no haber pensado que los demás también tenían familia e hijos”, contó el joven a Infobae.

La estigmatización era peor que los síntomas. La familia sufría y comenzó a analizar la posibilidad de cerrar el negocio. “No sé de dónde sacaron mi teléfono pero mis clientes me decían que si era negativo les mostrara un certificado porque los había expuesto a todos. Me estaba por explotar la cabeza”, señaló Duarte.

Frente a esta situación, llamó nuevamente al Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias de Rosario (CEMAR) para preguntar si tenía que seguir tomando paracetamol. “Cuando me atienden se ponen a buscar. Hasta que me dicen: ‘Pero Duarte, tu resultado está en laboratorio, todavía no tenemos el resultado, nosotros no te llamamos’”, aseguró. 

Luego se conoció que el llamado en el que le informaban que había dado positivo era falso. Finalmente, el resultado de la muestra dio negativo por coronavirus. Lo que tenía era anginas.

Duarte contó en sus redes lo que había pasado y recibió mensajes de personas que habían dado positivo y estaban sufriendo hostigamiento. Ahora denunciará por calumnias e injurias a quienes difamaron la mentira y lo hostigaron.