Las extraordinarias lluvias que provocaron pérdidas importantes en la producción agropecuaria en diferentes regiones del país tienen su correlato en otras cuestiones a la hora de evaluar su verdadero impacto. Así se desprende de estudios presentados por técnicos de Aacrea, en los que se puntualiza que para muchos la situación es crítica, debido a que tuvieron que cerrar sus tambos, perdieron grandes superficies de pasturas y cultivos agrícolas y trasladaron haciendas a campos con instalaciones inadecuadas. Los analistas de la entidad subrayaron que el sector productivo se prepara para un invierno difícil, con déficit significativos de forraje, así como que, en otros casos, debieron postergar la cosecha hasta contar con piso para entrar con las máquinas, más mermas productivas o comienzo de trilla de granos con alto nivel de humedad.
En una jornada desarrollada por especialistas de Aacrea se indicó también que esos son sólo algunos de los problemas, ya que una vez que el clima se normalice, los productores necesitarán varias campañas para volver a producir con el ritmo anterior. Al mismo tiempo, la caída de producción produjo una fuerte retracción económica, con tambos improductivos, campos anegados y pasturas destruidas por el sobrepastoreo.