En los últimos meses, la vida nocturna en Mendoza ha vuelto a reportar una de las peores imágenes, que suelen verse en épocas de crisis. Basta con darse una vuelta por diversos restaurantes y casinos de Ciudad para advertir que hay más comprovincianos que revuelven canastos y bolsas de basura en busca de algo para saciar el hambre. También, los bancos de las galerías de la Terminal de Ómnibus, por las noches, se han convertido en las camas de varias personas. Un fuerte llamado de atención para las autoridades encargadas de la asistencia social.