La oposición boliviana abandonó ayer la Asamblea Constituyente porque el Movimiento al Socialismo (MAS), del presidente Evo Morales, impuso sus propuestas para declararla plenipotenciaria y aprobar los cambios por mayoría, en vez de los dos tercios que fijaban las normas vigentes. Según fuentes de la asamblea que delibera en Sucre, capital oficial de Bolivia, la aprobación de esas decisiones, en primera instancia, se produjo ayer en la mañana tras una prolongada jornada de acalorados debates y enfrentamientos a empujones entre constituyentes de la oposición y del oficialismo.

    En medio de la gresca, el jefe de los constituyentes del MAS, el quechua Román Loayza, sufrió una caída, al parecer fortuita, que lo dejó en coma, confirmaron fuentes oficiales y del hospital de Sucre en el que está internado. El portavoz de los asambleístas de la alianza opositora Poder Democrático y Social (Podemos), Antonio Aruquipa, declaró a Efe que con las imposiciones oficialistas se comenzó “a perpetrar un golpe institucional contra la democracia”. “La Asamblea Constituyente ha perdido toda legitimidad y ha caído en el fango de la ilegalidad”, dijo Aruquipa, y agregó que existe el riesgo de que “el presidente (Morales) cierre el Congreso y gobierne con decretos constitucionales”. La Constitución de 1967 prescribe que los cambios constitucionales deben aprobarse por dos tercios.