NUEVA YORK/GINEBRA/JERUSALÉN (DPA). En la guerra en la Franja de Gaza, hace ocho meses, tanto israelíes como palestinos cometieron numerosos crímenes de guerra, según un informe de la ONU presentado ayer. El director del equipo que elaboró el informe, Richard Goldstone, dijo en una rueda de prensa en Nueva York que tiene pruebas contundentes para hacer estas acusaciones. “La comisión llegó a la conclusión de que acciones del Ejército israelí desembocaron en crímenes de guerra y de alguna forma también quizás en la violación de derechos humanos”, dijo Goldstone, quien es judío.

    La ofensiva israelí tenía como objetivo alcanzar a la población civil de Gaza y castigarla, sostuvo. Al mismo tiempo, sin embargo, en el informe también se condenan los ataques palestinos de la milicia del movimiento radical Hamas contra Israel. “Cuando no hay un objetivo militar y se lanzan cohetes y morteros contra zonas civiles, es un ataque intencionado contra la población”, señala el informe de 574 páginas, que fue publicado en internet y que a fin de mes se presentará oficialmente al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, donde se espera un acalorado debate.

    Durante la ofensiva israelí Plomo Fundido, que terminó el 18 de enero, murieron más de 1.400 palestinos y otros 5.000 resultaron heridos. Goldstone y su equipo analizaron INTERNACIONALES los hechos a instancias del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. El Gobierno israelí se negó a colaborar. Por eso, los testigos israelíes tuvieron que ser interrogados en Ginebra. El ministro de Asuntos Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, afirmó estar “horrorizado y decepcionado” con las conclusiones del informe.

    “El informe Goldstone escribe un nuevo capítulo vergonzoso para el derecho internacional y el derecho de las naciones a actuar en su propia defensa. Seremos consecuentes con ello a la hora de tratarlo”, dijo Lieberman. “Israel está horrorizada y decepcionada con el informe, que nos compara con Hamas y nos atribuye actos terroristas”, añadió el ministro. En un comunicado de su ministerio se afirma, sin embargo, que Israel “leerá el informe con atención, a pesar de sus reservas”, como hace con cada uno de los informes preparados por organizaciones nacionales e internacionales.

    “Israel no estaba en condiciones de trabajar con el equipo (de Goldstone) porque su encargo era claramente unilateral e ignoró miles de agresiones con cohetes de Hamas contra civiles en el sur de Israel, que hicieron necesaria la ofensiva en Gaza”, aclaró el comunicado del Ministerio del Exterior. Entre los crímenes de guerra que contabiliza el informe, basado en unas 200 entrevistas y más de 20.000 páginas de documentos, figura, entre otros, el ataque a una mezquita por parte de israelíes en el horario de las oraciones, que dejó un saldo de 15 muertos.

    “No cabe justificación alguna para el bombardeo de una mezquita en el momento en el que cientos de civiles se encontraban dentro”, dijo Goldstone, rebatiendo los argumentos que alegan la existencia de armas en colegios y edificios públicos con civiles dentro. En siete casos fueron matados a disparos palestinos que salían de sus casas, ondeando una bandera blanca, en busca de un refugio seguro. Goldstone, oriundo de Sudáfrica, fue fiscal jefe de las cortes internacionales para crímenes de guerra en Yugoslavia y Ruanda.

    Si las autoridades de Gaza e Israel no se comprometen “con buena fe y mediante procedimientos independientes a investigar por sí mismos todos estos hechos en un periodo de seis meses, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas llevará la situación de Gaza a la Corte Penal Internacional, con sede en La Haya” dice el informe. El ministro de Exteriores israelí dijo al respecto que el Ejército israelí ya inició investigaciones “sobre 100 acusaciones que pesan sobre sus tropas durante la ofensiva de Gaza”. De todas ellas, sólo 23 siguen abiertas y el resto han sido desechadas tras considerar que son infundadas.

    Algunos grupos de derechos humanos cifran el número de muertos palestinos durante la ofensiva, que se inició el 27 de diciembre del 2008, en 1.400, la mayoría de ellos civiles, mientras 13 soldados israelíes perecieron en los combates. El informe Goldstone también menciona la violencia intrapalestina durante la guerra, que incluyó ejecuciones extrajudiciales y arrestos arbitrarios. Goldstone llamó además a los militantes palestinos a liberar a Gilad Shalit, un soldado israelí capturado en el 2006, y dijo que Israel debe dejar de retener a prisioneros políticos palestinos.