El 17 de abril de 2010, Silvia Luna mató a con una maza de aplastar carne a su amiga Carola Bruzzone en un restaurante de General Las Heras, provincia de Buenos Aires, por la difusión de un video sexual.

Silvia y su entonces pareja Juan: después de varios años de noviazgo, se iban a casar el 24 de abril del 2010. Con los preparativos en marcha y las invitaciones impresas y repartidas, había algo que a la mujer no la dejaba tranquila los días previos: un video donde se la veía a ella teniendo sexo con un misterioso amante.

De alguna manera, alguien lo había conseguido y lo estaba distribuyendo por todo el pueblo de Las Heras. Luna no sabía quién había sido pero sospechaba de una persona, de una de sus mejores amigas: Carola.

Ambas mujeres trabajaban en el restaurante Matute de General Las Heras, Silvia era moza y Carola cocinera. Exactamente una semana antes de la boda todo cambió. Luna estaba convencida de que su amiga quería reproducir el video porno en las pantallas gigantes del casamiento y arruinar la celebración, pensó que era el fin de todo, humillación delante de sus conocidos y el final. Pero no lo iba a permitir. Fue a la cocina directo a increpar a Carola. No la encontró. Se dio cuenta que su amiga estaba afuera, en el patio interno, hablando por teléfono. En esos segundos ideó el ataque.

Luego de la agresión, Juan Prado, dueño del restaurante y jefe de ambas, le ofreció a Carola llevarla la hospital. Esta se negó. No quería saber nada. Según recuerdan algunos testigos, antes de retirarse a su casa dijo que ya estaba bien y que no le dolía. Su marido notó que esa misma noche mientras dormían comenzó a salirle sangre de donde la habían golpeada. Fue internada y pasó por tres hospitales. Bruzzone murió 9 días después del golpe en el Hospital Vicente López de la zona.

Inmediatamente, Silvia quedó detenida y fue condenada el 24 de febrero del 2012 a 10 años de prisión por el homicidio de su amiga. Sin embargo, un año después la Sala III del Tribunal de Casación Penal de La Plata le redujo la pena a cuatro años; los jueces consideraron que Luna había actuado en estado de emoción violenta. Finalmente, tras pasar por un penal en Florencio Varela, recuperó la libertad con la totalidad de la nueva pena cumplida en julio de 2013.

Vida nueva y novio convicto

Después de tres años en prisión, la vida de esta mujer de 35 años cambió de una manera radical: no retomó contacto con quien iba a ser su esposo, y fue a vivir a lo de sus padres en Monte Grande.

Tiene una nueva pareja, un ex convicto que conoció por carta, y juntos crían a un hijo de 3 años. Además, desde el Instituto Superior de Enfermería de ATE le dieron el título de enfermera.

Juan Robledo, hijo de Carola, habló con Infobae: “Fue muy difícil para mí y también para mi papá pero salimos adelante. Luchamos mucho para que se haga justicia. Aunque después de la reducción de pena decidimos no apelar más. Entendimos que las cosas eran así”.

A pesar de todo, ellos decidieron quedarse en General Las Heras: “Me cruzo con la ex pareja, el que se iba a casar y al final no se casó y también con los hijos de ella que ya son grandes. Los saludo como saludo a todo el mundo. No tengo motivos para estar enojado con ellos. No tienen la culpa de nada. Son tan víctimas de lo que pasó como yo“.

Él se recibió de abogado después del caso de su madre: “Yo no quería presentarme a declarar. Estaba tocando la guitarra en la Costa y no quería ir a Mercedes pero el abogado de la familia, Cristian Pérez Solís, me convenció. Vi todo el debate oral. Quedé como loco”.

“Yo sé cómo funciona el sistema. Ya está. No queríamos seguir dando vueltas sobre lo mismo. Los jueces decidieron y no se puede hacer nada. La Justicia es así”, concluyó.