Las apreciaciones de la directora se basaron en que la mujer había dado claras muestras de no desear el embarazo durante las dos o tres oportunidades anteriores en las que estuvo internada por amenaza de aborto, según dijeron los encargados del servicio de ginecología del nosocomio. Para San Martín, lo correcto hubiera sido que estos profesionales se comunicaran con las personas que forman el equipo del RUA, quienes están preparados para abordar casos problemáticos como el de la joven. “Ellos saben que nosotros estamos capacitados para esto, hemos ido al Lagomaggiore en diversas oportunidades a brindar asesoramiento a las mujeres que manifiestan no poder criar a sus niños.
Lo que pasa es que aún existe cierta estigmatización con respecto a la mujer que decide dar a su hijo en adopción. Pero esto también puede ser un acto de amor y valentía”, aseguró la especialista, quien, además, manifestó que quizás no lo tuvo en cuenta como una opción y nadie se lo sugirió. En los anteriores ingresos al servicio de maternidad del hospital, los médicos habrían detectado el estado de alteración de la joven y por eso fue medicada con psicofármacos.
La doctora Silvia Eztala, jefa del servicio de ginecología del Lagomaggiore, consideró probable que la chica se retirara hoy del hospital, aunque no pudo precisarlo. Sin embargo, aclaró que su evolución clínica es satisfactoria. La chica deberá ser trasladada a una dependencia policial, ya que está imputada por las lesiones del niño