La crisis provocada por la COVID-19 pone en riesgo entre 100 y 120 millones de puestos de trabajo a nivel mundial en el sector turístico este año, según cálculos de la Organización Mundial de Turismo (OMT).

Así lo explicó su director ejecutivo, Manuel Butler, en el primer Summit Virtual Barcelona 2020 Tourism & Economy, un foro que sirvió para debatir qué escenario afronta el sector turístico en los próximos meses.

Butler pidió que la reapertura de fronteras se haga con “responsabilidad”, apostó por armonizar protocolos a escala internacional para minimizar riesgos y alertó que en el futuro los puestos de trabajo van a requerir más valor añadido y que dentro de la nueva normalidad se van a asentar tendencias como la innovación y la sostenibilidad.

Por su parte, la ministra de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno español, Reyes Maroto, destacó el plan de impulso al sector turístico diseñado por el Gobierno, con el que se propone “apoyar financieramente los proyectos orientados a mejorar la competitividad del sector”..

“En especial, los que favorezcan entornos sostenibles y de digitalización de los destinos turísticos”, pero también de innovación y modernización, indicó la ministra.

Maroto señaló que este plan de reactivación debe permitir la recuperación del sector y su adaptación hacia un modelo de sostenibilidad con el fin de mantener a España como “líder mundial” en competitividad turística, al tiempo que ha abogado por consolidar el turismo de interior como alternativa económica y especialmente en territorios en riesgo de despoblación.

La primera jornada de este evento también permitió constatar que Barcelona y Madrid afrontan un verano “difícil”, aferradas principalmente al turismo nacional, y que prevén poner en marcha campanas turísticas internacionales este otoño

Por otra parte, la evolución de la pandemia en Europa y los últimos acontecimientos, como la apertura de fronteras en el espacio Schengen, ha impulsado cierto optimismo en las previsiones del sector de transporte de turistas que le hace prever “el mejor escenario dentro de la gravedad”, aunque no vislumbra la recuperación total hasta 2022.

La mesa sirvió para constatar que la crisis de la COVID-19 acelerará la digitalización también en el campo del turismo, a pesar del componente vivencial que tiene esta actividad, entre otras conclusiones