La fiscal de Violencia de Género Mónica Fernández Poblet solicitó este jueves un año de cárcel por el delito de amenazas contra Daniel Rengo Aguilera, el jefe de la barra brava del club Godoy Cruz, durante los alegatos que se desarrollaron en el juicio que se le inició por maltratar a su ex mujer en marzo del año pasado.

Si el juez Marcos Pereira lo encuentra culpable, Aguilera deberá cumplir tres años y medio de prisión, debido a que se le sumará una condena en suspenso de dos años y seis meses que recibió por un abuso de armas ocurrido en el 2013.

Más allá de esto, el Rengo ya cumplió gran parte de esa pena en la cárcel pero continuará en situación de encierro porque está procesado por estar sospechado de liderar una organización dedicada a la comercialización de estupefacientes.

La defensa del imputado, a cargo de Octavio de Casas, solicitó al magistrado que su cliente sea absuelto lisa y llanamente.

De acuerdo con fuentes tribunalicias, en los próximos días se fijará una audiencia para conocer la sentencia y se ponga fin a esta causa, que se inició después de la denuncia de la madre de los hijos de Aguilera y tuvo un primer juicio que terminó siendo desestimado, en parte, por la Suprema Corte.

El caso que motivó la detención del barra ocurrió el 30 de marzo del año pasado, cuando Aguilera se dirigió a la casa de su ex, en el barrio Los Aromos de Carrodilla, y mantuvo una fuerte discusión.

De acuerdo con fuentes del caso, la mujer sufrió maltrato físico y verbal, además de otras situaciones graves que se vivieron. La fiscal Fernández Poblet, entre otras pruebas, se basó en los mensajes de texto amenazantes que le mandó Aguilera a la mujer, los que fueron ratificados en las primeras jornadas del debate.

La fiscalía explicó que en uno de los mensajes, Aguilera le escribió “lo que hice hoy no es nada comparado con lo que te voy a hacer”, lo que se transformó en una amenaza y prueba clave.