La comunidad judía culmina hoy el Iom Kipur –Día del Perdón o Día de Expiación–, la celebración más solemne de su calendario. En esta jornada religiosa consagrada a la vida espiritual, los fieles realizan ayuno absoluto, renunciando al trabajo y a los placeres físicos.Además, la grey judía mantiene una actitud de autoexamen y de rezo a Dios en comunidad.

    Así, en este día, cuya celebración aparece mencionada en el Levítico, los judíos de todo el mundo suelen observar un estricto ayuno de 24 horas y asistir a prolongadas oraciones en las sinagogas. En realidad, el Día del Perdón es la culminación de diez días de los Iamim Noraim (Días de Congoja), a los que hay que agregar el mes previo de preparación. Sus orígenes se encuentran en textos bíblicos de aproximadamente tres milenios.

    PUREZA. En el Iom Kipur, los ornamentos y los objetos rituales son blancos, como símbolo de la pureza del perdón. Es el día de mayor concurrencia de feligreses a las sinagogas. La tradición judía describe el Día del Perdón como sábado de sábados, y era el único del año en el que el Gran Sacerdote entraba en el sancta sanctórum del bíblico Templo de Jerusalén y pronunciaba el nombre prohibido de Dios ante miles de israelitas arrodillados.

    PERDÓN. El contenido de las plegarias tiene como eje el reconocimiento de los errores cometidos, los pecados y las transgresiones y el pedido a Dios, clemente y piadoso, por el perdón. En este día se debe guardar ayuno completo. No se come ni se bebe nada y está prohibido bañarse, untarse aceites y perfumes, tener contacto sexual y realizar cualquier trabajo.

    Es un día de plegarias, arrepentimiento y penitencia. Según la tradición, se logra el perdón a través de la plegaria verdadera y auténtica, el arrepentimiento y la tzedaká (caridad). Las plegarias concluirán hoy por la noche, cuando aparezcan las tres primeras estrellas en el firmamento y tras hacer sonar el shofar, un instrumento de viento hecho con el cuerno de un carnero y con el que los judíos llaman a Dios para que les perdone todos sus pecados.

    TRADICIÓN E HISTORIA. Se trata de una tradición que surgió en el moderno Estado de Israel, ya que el Iom Kipur o Día del Perdón está dedicado, en realidad, al arrepentimiento, la expiación y la reconciliación. Según algunos historiadores, el texto fue compuesto por judíos de Sefarad (España) en los tiempos del rey visigodo Recaredo (586-601), quien les exigió la conversión al catolicismo, lo que muchos hicieron en contra de su voluntad.

    Al llegar la jornada del Iom Kipur, estos judíos se reunían clandestinamente para orar y el mayor de la comunidad se ponía de pie para declarar que todos los juramentos y promesas hechos (al rey, en alusión a la conversión) eran nulos y vanos, pues los habían hecho obligados.