Un hecho insólito y de características poco usuales provocó que un alto jefe policial y otro efectivo fueran relevados de la fuerza y comenzaran a ser investigados por la Inspección General de Seguridad para determinar si incurrieron en alguna falta cuando, el sábado a la noche, fueron hasta una heladería céntrica, a bordo de un móvil policial, a comprar helados para dos chicas.

          El extraño suceso fue advertido por un periodista televisivo que, casualmente, se encontraba en el local ubicado en Emilio Civit y Belgrano de Ciudad, por lo que se produjo una discusión entre el uniformado y el reportero, quien le recriminó su actitud. Además de esto, el testigo se comunicó con las autoridades del Ministerio de Seguridad para informarles lo sucedido, quienes decidieron interrogar al policía implicado y, tras escuchar una explicación poco convincente, decidieron relevarlo de su cargo hasta que se tome una decisión definitiva. Inmediatamente pusieron a un reemplazante.

 CABALLEROSIDAD POLICIAL.

         El involucrado en esta historia es el principal Morales, quien, precisamente, el sábado a la noche era el coordinador en turno de la Departamental Capital, es decir, el máximo responsable de la seguridad en esa comuna. Poco después del hecho, el jefe policial tuvo que explicar la actuación a sus superiores, quienes calificaron su actitud como injustificable, ya que “actuó con irresponsabilidad”, sobre todo, teniendo en cuenta la importancia del cargo que ostentaba en el momento del episodio.

        La explicación que dio Morales fue que, junto a un chofer, tuvieron que pasar por la Comisaría Tercera a buscar a dos jóvenes que habían declarado en esa dependencia como testigos de un hecho delictivo ocurrido durante la tarde. Al parecer, las chicas les habrían pedido a los efectivos que las acercaran hasta sus domicilios porque se había hecho muy tarde y no querían caminar a esa hora de la noche, a lo que los miembros de la fuerza de seguridad accedieron. Pero, además de esto, una vez a bordo del móvil 1048 las señoritas les habrían solicitado que pasaran por una heladería porque querían tomar un helado, lo que hizo que frenaran en ese tradicional local y uno de ellos se bajara a comprar los refrescos, acción que fue observada por el periodista.

         Según fuentes ministeriales, el comunicador le habría reprochado al jefe policial su accionar y, entre ambos, se produjo una discusión que finalizó cuando el periodista comunicó el hecho a las autoridades de Seguridad y Morales fue llevado hasta la Comisaría Segunda para ser indagado. Allí fue donde el principal dio su versión de lo sucedido, algo que no convenció a sus superiores, y, por orden del subsecretario de Seguridad, Raúl Levrino, fue relevado del cargo y su lugar pasó a ser ocupado de inmediato por otro uniformado. Actualmente, el involucrado se encuentra a disposición del jefe de la Policía Distrital, mientras que ayer fueron enviadas todas las actuaciones de rigor a la Inspección General de Seguridad, el órgano que deberá determinar si le cabe alguna sanción.