Una joven de 19 años fue detenida este jueves acusada de dirigir una banda que cometía entraderas y que asesinó a una jubilada de Ramos Mejía en medio de un robo. “Ya sabemos con quién tenemos que hablar, en poco tiempo estamos afuera”, soltó mientras le ponían las esposas. 

Bajo la fachada de vender ropa en su cuenta de Instagram, en la que ella misma posaba, daba la ilusión de que se podía ganar dinero con una sencilla idea y a través de las redes. Sin embargo, su caro estilo de vida demostraba otra realidad.

Agentes de la Policía bonaerense allanó su domicilio sobre la calle Magnasco en Isidro Casanova, bajo la orden del fiscal de homicidios de La Matanza, Federico Medone. La joven, sin antecedentes, era buscada por el crimen de María Antonieta Schietroma, una jubilada de 83 años de nacionalidad italiana, ocurrido el 20 de octubre pasado en medio de una entradera.

Ese día cerca de las 4 de la mañana, la acusada y dos cómplices (entre ellos su novio de 20 años, que también fue arrestado), se dirigieron al domicilio de Schietroma ubicado en Rincón al 2400 en Ramos Mejía.

La joven a bordo de un Toyota Etios depositó a los dos sospechosos en la puerta de la casa de la jubilada y luego comenzó a dar a vueltas mientras sus cómplices concretaban el robo. 

Una vez que ingresaron por una ventana lateral y comenzaron a revisar la propiedad, Schietroma escuchó ruidos extraños y salió de su habitación. Ahí se encontró con la escena y en ese instante cayó al piso. El miedo que le provocó situación la llevó a sufrir un paro cardiaco que le causó la muerte instantánea.

Los dos delincuentes continuaron con el golpe y se llevaron un celular, una computadora, dinero y una cadena de oro que la jubilada llevaba puesta en su mano. Luego emprendieron la huída a bordo del Toyota Etios. La escena quedó registrada por las cámaras de seguridad de la zona.

Qué encontraron en su casa

Según revelaron fuentes del caso, dentro del domicilio de la joven Isidro Casanova, secuestraron 3.500 dólares, 800.000 pesos, 50 relojes y varias cadenas de oro. Por eso los detectives sospechan que la entradera a Schietroma no fue la única que la banda cometió.

El hilo que llevó a la detención comenzó cuando se halló el cuerpo de Schietroma. El fiscal Medone ordenó la revisión de las cámaras de seguridad de la zona y ahí se identificó al Toyota Etios.

Luego se dispuso la intervención de los teléfonos de los sospechosos. Allí se develó, además, cómo la sospechosa mantenía contactos con distintos presos quienes le daban información sobre nuevos hechos a concretar. También, la joven reveló en una conversación que vendió el Toyota Etios porque la Justicia estaba tras su rastro.

Lo vendí porque tenía una hermosa bronca ese auto. Un homicidio. Si no me lo sacaba de encima íbamos a quedar todos re pegados”, dijo la mujer. Y concluyó: “Pero bueno, qué se le va a hacer…”

 
Tras estas pruebas, más material fílmico, el fiscal Medone ordenó la detención y el allanamiento en su casa. En las últimas horas, fue trasladada a sede judicial para brindar declaración indagatoria, pero prefirió callar y quedó encerrada en un calabozo.