El endeudamiento no sólo provocó discusiones, enojos y retos desde algunos dirigentes políticos hacia otros, sino que también hizo que, en medio del enojo, un diputado acusara a otro de haber trocado su voto a cambio de que el Ejecutivo le proveyera de un empleo una vez que finalizara su mandato. Fue el caso del diputado radical Roberto Infante, quien denunció hace dos semanas que Rubén Lázaro, había aceptado una promesa de trabajo a cambio de apoyar al oficialismo en la votación por el endeudamiento.

    Sin embargo, Lázaro negó haber cometido ese acto y la semana pasada pidió una “cuestión de privilegio”, por la cual solicita que sean sus propios pares de la Cámara Baja quienes evalúen si los dichos de Infante merecen un apercibimiento, una suspensión o su remoción de la cámara. Para esto se eligió la Comisión de Derechos y Garantías, que tenía previsto reunirse hoy con ambos legisladores, pero, en vista del caso Cardozo, que también están investigando, decidió postergar ambas entrevistas para el jueves.

     Sin embargo, según explicó Infante, él no tiene previsto dar marcha atrás en sus dichos, y asegura que si bien pruebas físicas no tiene, estas se verán a partir de mayo, cuando Lázaro se encuentre trabajando en una repartición estatal. Asimismo, explicó que, a falta de pruebas, tiene testigos que pueden apoyar sus dichos. El Sol intentó comunicarse con Lázaro, pero el diputado no contestó su celular durante toda la jornada.

    En tanto, desde el ARI, el radicalismo y el Confe pidieron mayor responsabilidad a la hora de hacer este tipo de denuncias, ya que afectan seriamente la credibilidad de la sociedad provincial hacia la dirigencia política. Es así como el presidente de la bancada del Confe, Andrés Marín, solicitó que si Infante tiene pruebas siga la vía judicial. En el mismo sentido se expresaron Daniel Vilches, de la UCR, y Alejandra Naman, del ARI, quien adujo que la denuncia afecta a todos.