Buscando realzar un organismo que desde su creación, en el 2000, nunca tuvo mucha relevancia, la Inspección General de Seguridad (IGS) contará en breve con una decena de policías especiales que se ocuparán de investigar a los efectivos en la propia fuerza. En esto consiste, en realidad, el anuncio de la creación de la Oficina de Asuntos Internos, el que fue formulado por el ministro de Seguridad, Miguel Bondino, el jueves.

    La noticia tiene que ver con un viejo anhelo del gobernador Cobos, quien, desde el comienzo de su gestión, habló de la necesidad de profesionalizar la IGS (una de las instituciones importantes de la reforma policial) para que sea un organismo más técnico que político.

    En ese plan parecen estar encaminados los actuales inspectores de la IGS, quienes apoyaron la medida y no pusieron reparos a un punto polémico: siempre se postuló que la IGS debía estar constituida sólo por civiles, mientras que ahora se convocará a policías para que investiguen a sus propios pares. Pero entre los que apoyan la incorporación de los infiltrados se encuentra el demócrata Juan Carlos Aguinaga, uno de los autores de la reforma y que hoy forma parte de la IGS.

    INTELIGENCIA. Los policías que trabajarán en Asuntos Internos provendrán de la Dirección de Inteligencia y deberán firmar un acta de confidencialidad para desarrollar su tarea. Un “enlace” se ocupará de seleccionar al grupo de infiltrados, quienes actuarán ocultos dentro de la fuerza, cuando la IGS los convoque para alguna investigación.

    El ministro de Seguridad,Miguel Bondino, quien fue presidente del organismo, destacó la iniciativa. Sostuvo que los 90 uniformados que tiene Inteligencia estarán a disposición de la IGS y que estos efectivos tendrán, para el organismo de control, la misma importancia que tiene hoy la Policía para la Justicia en la investigación de los delitos, en el marco de la aplicación del nuevo Código Procesal Penal.

    Menos efusivo fue Aguinaga, quien precisó que los infiltrados no superarán los diez, pero destacó que serán un arma efectiva para investigar con profundidad las irregularidades policiales. Ningún actor del sistema de seguridad señaló que la medida tenga que ver con la sospecha de que la corrupción policial está copando la fuerza.

    “Esto es más bien preventivo, para que la IGS levante su performance y deje de investigar los casos con recortes de los diarios”, analizó una fuente. Mientras, otros fueron escépticos:“Esto no está mal, pero lo mejor para la IGS sería que tenga autarquía”, dijo el presidente de la Comisión Bicameral de Seguridad, Daniel Cassia.