El domingo, Ziggy Marley y los Melody Makers fueron el número central de la décima fecha del festival Pepsi Music 2006, que contó con la presencia de 25.000 espectadores, conmocionados ante la presencia del músico. El recital cumplió con muchos de los mandatos del estereotipo tribal, el que impone cabelleras, remeras con banderas y símbolos rastafaris, voluntad fraternal y enormes nubes de humo de marihuana.

    EL MEJOR REGGAE.
El cantante, con un repertorio dividido entre canciones de su autoría y místicas composiciones de su padre, Bob Marley, salió a escena luego de que las bandas locales Nonpalidece, Los Pericos y Los Cafres calentaran la tarde del domingo, en un encuentro que, según los organizadores del festival, fue el de mayor convocatoria.

    Tras tocar el primer tema, Into the groove, Marley sostuvo, en claro español, que “la libertad es buena, la gente no debería temer a su Gobierno, el Gobierno debe temerle a la gente”. Acompañado por su banda, Ziggy Marley continuó con Be free y Positive vibration, un clásico de su padre, produciendo una ovación multitudinaria.

    Durante esta canción, pantallas gigantes ubicadas al costado del escenario emitieron imágenes del legendario músico, las que provocaron adoración y respeto de parte de los fanáticos del tradicional ritmo jamaiquino. A pesar de las esporádicas lluvias que se registraron, el público continuó entregado al ritual con Conscious party y Black cat, y estalló nuevamente con Forever loving jah, otro tema de Bob Marley.

    Para el final quedaron temas como A lifetime, Let jah will be done, Jamming y Still the storms, entre otros. A pedido de la audiencia, Marley y su banda regresaron al escenario para ofrecer el tradicional bis. En esta oportunidad, interpretaron Love is my religion, tema que da nombre a su nuevo disco. El espectáculo se destacó por su impecable calidad técnica y organizativa y, sobre todo, por la participación de un público apasionado por la música reggae.