Seis años después de anunciar que abandonaba las presentaciones en vivo, Barbra Streisand regresó ayer a los escenarios para lanzar su primera gira de conciertos en más de una década, y la mayor de su carrera. Será apenas la segunda gira de Streisand en Estados Unidos en las cuatro décadas transcurridas desde que su surgimiento en Broadway lanzara una carrera, en la que ganó múltiples premios, incluidos varios Grammy y el Oscar por su participación en el musical Funny Girl.
Insistiendo en que dominó el pánico escénico que hizo que sus presentaciones en vivo fueran poco frecuentes, Streisand, de 64 años, dijo que su gira de regreso nació principalmente de su deseo de recaudar dinero para obras de caridad. El dinero será distribuido a través de su propia fundación.
“Esa es la principal razón para volver a la gira,” dijo Streisand a la revista O, de Oprah Winfrey. De acuerdo con una fuente cercana a la intérprete, Streisand planea donar alrededor de 10 millones de dólares, que se recaudarán en los 20 conciertos programados en 16 ciudades, y se utilizarán en investigación ambiental, educación y salud.
“Estos problemas cada día abarcan más espacio del planeta, por eso quiero volver para poner mi grano de arena. Ojalá que atrás de mí surjan otros compañeros que hagan lo mismo. Esto me permitirá destinar fondos y concientizar a la gente sobre causas que me asustan mucho. Los conciertos los vamos a ofrecer en las grandes ciudades de nuestro país para recaudar varios millones de dólares”.
El mes pasado, Streisand anunció que la iniciativa del ex presidente Bill Clinton sobre el cambio climático recibiría su primera donación de un millón de dólares. Streisand ha sido una de las mayores recaudadoras de fondos del Partido Demócrata en los últimos años, ayudando a reunir millones de dólares con presentaciones especiales que beneficiaron las candidaturas a la Casa Blanca del ex vicepresidente Al Gore y del senador John Kerry.
Su gira podría recaudar hasta 90 millones de dólares en las boleterías, considerando la venta total de los 16.000 boletos para su concierto debut en el Wachovia Center de Philadelphia. El costo de los boletos es de 275 dólares en promedio, con ubicaciones que van desde los 100 a los 750 dólares, comentó Fran Curtis, portavoz de los promotores de la gira.
Streisand es la mayor vendedora de discos en Estados Unidos y sus ventas totales suman 71 millones de copias, de acuerdo con la Asociación de la Industria discográfica de EEUU.
Guilty Pleasures, el álbum que la intérprete lanzó el año pasado, se convirtió en su disco de oro número 50. “Sentirse debutante de vez en cuando es maravilloso, porque es comprobar que se tiene fuerza y optimismo, además del convencimiento de que nos queda capacidad para emocionarnos y emocionar”, agregó la diva, con la cabeza puesta por completo en su nueva serie de recitales. Con todo esto, ya nadie duda que Streisand está más vigente que nunca, en medio de un mundo artístico cada vez más caníbal.