El Selectro vuelve a sonar: este es el nombre del ciclo que dará inicio, esta noche y hasta el 29 de octubre, en las instalaciones del cine Selectro (Capitán de Fragata Moyano 102, Ciudad) que, a partir de las 21, abrirá sus puertas para que artistas locales expresen su arte. El proyecto, avalado por la Subsecretaría de Cultura, tiene como fin la idea de recuperar espacios para que los mendocinos vuelvan a recuperar su espacio en el medio.

    Una de las primeras agrupaciones que subirá al escenario es la banda de tango electrónico La Nueva Guardia, conformada por Mariano Dalla Torre, Martín Rez Masud, Jorge Hernáez y Juan Pablo Jofré. La parte coreográfica estará a cargo de Marta Morel y Gonzalo Cano, mientras que Martín Ríos se ocupará de las proyecciones visuales digitales. Antes de su presentación, Martín Rez Masud, encargado de la programación y los teclados, accedió a dialogar con Protagonistas sobre el espectáculo que ofrecerán esta noche.

    “Estamos muy felices de poder participar en este ciclo en el que se pretende valorar y promocionar el arte que realizamos, a diario, muchos artistas locales”, comentó. ¿En qué va a consistir su presentación? Vamos a hacer un repertorio de una hora y media, aproximadamente, en el que ofreceremos composiciones propias y estándar del género, y en el que algunos temas serán acompañados con danzas coreográficas y otros con proyecciones visuales digitales. La idea es interpretar las melodías de nuestro primer compacto, titulado Pasional, pero, además, vamos a presentar las composiciones del próximo material discográfico, que aún no posee nombre, y por el que sorprendentemente hemos sido convocados por un sello de Buenos Aires, quienes se encargarán de editarlo.

    ¿Qué expectativas tienen? Estamos tranquilos porque no es la primera vez que nos presentamos. En julio, estuvimos en el teatro Independencia y los espectadores mostraron mucho interés por nuestra apuesta, en la que no sólo se escuchan las melodías sino que se puede apreciar un show con danzas y proyecciones, lo cual convierte al espectáculo en un verdadero producto digno de admirar.