El galán de cine que se hizo famoso al pegarle un cachetazo a Rita Hayworth en Gilda, y que protagonizó más de 200 películas, Glenn Ford, falleció el miércoles en su domicilio de Beverly Hills, a los 90 años. El Departamento de Policía de Beverly Hills dijo en un comunicado que desde la casa de Ford se pidió un equipo médico por la tarde y que, cuando llegaron al lugar, encontraron muerto al actor. No se consignó la causa del deceso.
Nacido en Canadá y compañero de escena de Hayworth en cinco películas, nunca alcanzó la categoría de superestrella que buscó, pero sin embargo se ganó los corazones de los aficionados al cine con una amplia variedad de personajes. Muchos críticos pensaban que no se lo valoró en su justa medida. Ford apareció en personajes de bajo perfil en más de 200 películas y se convirtió en una de las estrellas que más tiempo perduró en la pantalla grande. Lejos de las cámaras, Ford llevó una vida apartado de las fiestas y optó siempre por la tranquilidad de su casa.
Estaba previsto que hiciera su primera aparición pública en quince años al cumplir los 90, hace cuatro meses, pero no pudo asistir a la ceremonia programada en Hollywood por su delicada salud. En su lugar, compañeros como Debbie Reynolds y Martin Landau lo elogiaron efusivamente. Aunque hizo más apariciones en películas de vaqueros, Ford interpretó a una amplia variedad de héroes y villanos, y es más recordado por sus papeles fuera de este género.
Su carrera comenzó en 1939 y alcanzó notoriedad por su protagónico en Los sobornados, de Fritz Lang, en el que interpretó a un policía decidido a vengar el asesinato de su esposa. Más tarde, recibió elogios por sus actuaciones en Semilla de maldad de Richard Brooks, en la que interpretó a un profesor, y en La casa de té de la luna de agosto con su papel de un soldado estadounidense en Japón. Tras su primera película, Heaven With a Barbed Wire Fence, Ford apareció en varias películas dramáticas de bajo presupuesto antes de unirse a la Marina, en 1942.