Mucho se habla acerca del mundo glamoroso en el que se encuentran sumidas las grandes estrellas de Hollywood. Lo cierto es que la fama, el prestigio y las ganas de alcanzar la cima impiden a muchas artistas lograr una coherencia en sus vestimentas, convirtiéndolas en figuras exitosas, pero con poco sentido común para combinar sus vestimentas. Así, famosas de medio mundo rezan por no ver su nombre entre los de las mujeres peor vestidas, un temido galardón que año tras año hacen público diferentes revistas y profesionales del mundo de la moda.
Algunos como el crítico Richard Selzer, más conocido como Mr Blackbell, apoyan su elección con argumentos cargados de sarcasmo. Uno de los casos más remarcados por el diseñador es el de la cantante Britney Spears, cuyo estilo comparó con el de una lolita venida a menos. La princesa del pop desde que tuvo a su primer hijo sale a la calle con cualquier cosa y ya ni siquiera acierta con las tallas. Cuando intenta arreglarse, la culpa de su mal gusto la tienen sus excesos de estrella: trajes con brillos, tops mínimos, gorras de cuero e infinitos atuendos que perjudican su imagen sensual, convirtiéndola en un verdadero mamarracho.
OTRAS NOMINADAS. No sólo a Britney le ha dejado de preocupar su imagen, ya que también hay otras famosas que,a pesar de vivir pendientes de la moda y gastarse medio sueldo en ropa, siguen apareciendo en las listas de las peor vestidas,como la diva de la canción Mariah Carey, quien sin tomar conciencia de su excedido aumento de peso continúa luciendo vestidos ínfimos, los que no sólo desproporcionan su figura sino que la posicionan como una de las más ridículas del medio.