Un joven, quien había sido detenido por robar elementos de un auto, escapó cuando lo llevaron a la Seccional 14ª de General Alvear y, tras ser nuevamente atrapado, lo trasladaron hasta la Seccional 46ª de Bowen, que tiene calabozos más seguros. Un verdadero dolor de cabeza provocó este ladrón, quien no desistió ni un minuto en su intento de no quedar tras las rejas.

    Este muchacho, de 18 años, fue demorado por su actitud sospechosa cuando se desplazaba por calle Libertad y liberado por falta de antecedentes. Los extraños movimientos que realizaba este joven parecían los típicos de quienes merodean a los autos estacionados para luego violentar sus cerraduras y robar las pertenencias de los conductores.

    Pero pocas horas después de que este muchacho había recuperado la libertad, nuevamente policías que recorrían el departamento lo vieron cerca de la intersección de Piérola e Ingeniero Lange en continua actitud sospechosa; el joven, al ver la presencia policial, intentó huir. Los efectivos lo persiguieron y vieron que llevaba algunos elementos de dudosa procedencia, por lo que lo detuvieron y lo esposaron.

    El apresado fue trasladado a la Seccional 14ª, en donde, debido a su pequeña contextura física, el detenido quiso pasar por entre los barrotes de una celda. En otro caso distinto, los policías de guardia habrían esgrimido ante una posible fuga:“Se escapó por ser muy delgado”. Pero los uniformados, en esta ocasión, estaban atentos y a los pocos metros lo volvieron a detener.

    Ante esta situación, los policías tomaron nuevas medidas de seguridad y dispusieron que se lo trasladara a la Comisaría 46ª de Bowen, a 17 kilómetros de Alvear, que cuenta “con otra clase de calabozos, con paredes y puerta de concreto”, comentó la fuente policial sureña. La Justicia deberá resolver ahora la situación penal de este delincuente.