El debate sobre cuál mascota es más inteligente ha estado vigente durante décadas, si no siglos.

Pero en un giro que seguramente va a molestar a los amantes de los gatos, nuevas investigaciones demuestran que los perros son más inteligentes.

Los expertos demostraron que los perros tienen más del doble de células cerebrales en una región relacionada con el pensamiento, la planificación y otros comportamientos complejos.

Los investigadores de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tennessee, dicen que el número de neuronas en la corteza cerebral de un animal es un sello distintivo de la inteligencia.

La corteza es la capa más grande del cerebro y está asociada con una serie de características conductuales complejas.

Los investigadores encontraron que los perros poseen alrededor de 530 millones de neuronas corticales, mientras que los gatos sólo tienen alrededor de 250 millones.

En comparación, un cerebro humano alberga alrededor de 16 mil millones de neuronas corticales.

“Creo que el número absoluto de neuronas que tiene un animal, especialmente en la corteza cerebral, determina la riqueza de su estado mental interno y su capacidad para predecir lo que está a punto de suceder en su entorno basándose en la experiencia del pasado”, dijo el Dr. Herculano-Houzel, autor principal del estudio, al sitio de noticias de la Universidad de Vanderbilt.

Los investigadores aplicaron su teoría de inteligencia a varias especies carnívoras, y hallaron que los cerebros más grandes no necesariamente significan más neuronas corticales.

Se encontró que el cerebro de un Golden Retriever tenía más neuronas corticales que un oso pardo, por ejemplo, a pesar de ser tres veces más pequeño.

En términos de la relación entre el tamaño cerebral y las neuronas corticales, se encontró que uno de los animales más inteligentes era un mapache.

Los mapaches tienen un cerebro del tamaño de un gato, pero tienen una densidad neuronal cortical similar a la de un perro.

El equipo advierte que la inteligencia es una medida matizada y subjetiva, lo que significa que su estudio no muestra de manera concluyente que los perros sean más inteligentes que los gatos, aunque sí da un importante indicio de tal característica.

El Dr. Herculano-Houzel agregó: “Al menos, ahora tenemos algo de biología que la gente puede tener en cuenta en sus discusiones sobre quién es más inteligente, los gatos o los perros”.