Ritmo cafetero, ritmo de comparsa, ritmo del Tomba. Aires de carnaval en el Malvinas Argentinas y un regalo soñado para todos esos hinchas que lo querían ver en primera. Un colombiano loco, alegre, y compañeros que se contagian, que meten y juegan. Godoy Cruz volvió a ser contundente y sigue sumando esos puntos tan necesarios como el aire. Apabulló a Colón de Santa Fe 2 a 0 y ligó lo que en el Apertura no se le daba.

    De local está cien por ciento efectivo, dejando en el camino ya a Argentinos Juniors, Quilmes y, ayer, al Sabalero. Y el Expreso no sólo jugó para sumar tres porotos fundamentales y salió, por el momento, del indeseable descenso directo, sino que dio un espectáculo para el recuerdo. Martín Arzuaga estaba encendido y muchos comprendieron que el colombiano es de esos llenos de talento.

    Y a él se le acoplaron una defensa casi sin distracciones, un Cali Torresi, jugando incómodo pero con una entrega admirable; Gustavo Pinto y Esteban Buján, como tractorcitos en el medio, y Sebastián Torrico, con toda la seguridad en los momentos de apuros. Las primeras sanas intenciones llegaron juntas, porque, al comienzo, Mariano Torresi intentó con un disparo tan fuerte que Tombolini tuvo que estirarse mucho para que no se le colara por arriba.

    Y después probó Esteban Buján para que el arquero la sacara con el pecho y, finalmente, El Chavo Pinto la tiraba a las nubes cuando la tuvo solo en el punto del penal. Pero llegó una de las primeras señales de Martín Arzuaga. Luchó una pelota prácticamente perdida por izquierda, lo atropelló a Guagua y, en vez de pegarle, se la dio a Torresi. El Cali amagó, esperó y metió un tiro certero abajo y al primer palo.

    Enfrente, Colón estaba tímido y no hacía frente al juego del Expreso. José Sand tuvo una que podía haber sido el empate, pero Torrico ponía su pecho para ganar en el mano a mano. Entre idas y venidas de los dos, llegó una pared rápida y perfecta entre Mauro Poy y Martín Arzuaga.

    El colombiano facturó desde la izquierda, pegadito al palo, y salió a buscar su máscara, su colorido festejo. Desde atrás apareció con esa cara de elefante mientras bailaba detrás del arco. Y la hinchada que deliraba al ritmo de sus tambores. El cariño de la gente es especial con Rintintín Arzuaga y el romance con los tombinos ya está declarado. En el complemento, el Sabalero, golpeado por varios motivos, tuvo más intenciones y tomó protagonismo.

    Otra vez El Cóndor Torrico le contuvo una al Pepe Sand, quien le dio con la rodilla cuando le quedó en el área chica. En los pies de Torresi podría haber estado el tercero, pero el arquero santafesino respondió efectivo, conteniendo en dos tiempos. Corrían los minutos y Arzuaga metía un pase de lujo para Poy después de pararla con la rodilla, pero el rosarino no se animó a definir.

    Cuando Colón vio que no había posibilidades de entrarle al Bodeguero, se entregó. Godoy Cruz, de local, está imparable, aunque la deuda aún esté cuando juegan fuera de casa. Belgrano podría ser la primera victoria de su campaña. Es cuestión de continuar bailando en este mismo carnaval.