Esta noche, después de El capo y por la pantalla de Canal 9 Televida, quedará descifrado el enigma y se develará cuál de los famosos será quien deba abandonar la casa. Luego de que los participantes efectuaran sus respectivas nominaciones, en la gala del jueves fueron Mariana Otero, Diego Leonardi y Robertino Tarantini (quien se autonominó) los elegidos para dejar el juego, uno de los más calientes de la pantalla chica nacional. Pero no todo quedó ahí, sino que, por otra parte, inesperadamente, Hernán Caire –siguiendo los pasos de su par Pachu Peña–, tomó la decisión de retirarse voluntariamente (ver aparte).

UNA GALA CARGADA DE TENSIÓN. No hay dudas de que la sentencia genera nerviosismo y tensión, pero la gala del jueves, en la que el objetivo central era la nominación, sorpresivamente desvió su atención a un hecho de violencia sin precedentes en Argentina, protagonizado por la joven modelo Cinthia Fernández. Caracterizada en el grupo como una de las participantes más bromistas de la casa, la morocha no pudo soportar un chiste que Roña Castro y Carlos Nair le hicieron con sus pantuflas, a las que le introdujeron tintura, y entró en una crisis de histeria, la que terminó con lesionados.

    Dado que los chicos deben permanecer las 24 horas encerrados, el tiempo se hace eterno en la casa y, a la hora de entretenerse, buscan alternativas como las de las bromas de mal gusto. Así, impulsados por el aburrimiento, el ex boxeador y el hijo de Carlos Menem decidieron divertirse. Y el blanco perfecto fue Cinthia. Todos conocían la importancia que la jovencita otorga a su atuendo. Sin embargo, el chiste fue con sus pantuflas, regalo de su padre.

    Cuando la morocha descubrió el estado de las mismas, entró en un estado de ira y, sin dudarlo, agarró unas tijeras y comenzó a romper las prendas de los involucrados en el chiste. Ante la acción, Liza, la ex Bandana intentó detenerla pero todo fue en vano, a tal punto que, en el forcejeo por quitarle las tijeras, ambas terminaron dañadas en las manos.

    Si bien la acción no llegó a mayores, Cinthia se transformó en la mala de la casa y sus compañeros la hicieron a un lado, ya que dicha actitud generó bronca y, a su vez, temor entre los hermanitos. Una vez terminada la gala, Fernández pidió disculpas a la audiencia y a sus compañeros argumentando: “Yo ya les había advertido que no se metieran con mi ropa”.