Oficialmente, nadie lo dice. Sin embargo, después de aclarar que la respuesta va a ser en off, los senadores se despachan y aparece un abanico de quejas. Todos aluden a la envidia, la falta de interés por el trabajo y el egoísmo como las principales razones por las cuales los diputados no aprueban los proyectos que vienen con media sanción del Senado. Los números son más que claros para graficar esta queja: en el 2008, el Senado envió 120 proyectos con media sanción a la Cámara Baja, pero sólo se aprobaron 32, es decir, 26% de ellos. Sin embargo, el dato más preocupante fue el del 2009, ya que, de las 61 medias sanciones que pasaron a la Cámara de Diputados con la aprobación de los Senadores, nada más 9,8%, es decir, 6 de ellas, se convirtieron en ley, según datos oficiales proporcionados por la Secretaría Legislativa de la Casa de las Leyes. Los senadores consultados coincidieron en considerar como “preocupante” la situación y aseguraron que ya la habían advertido y que han intentado gestionar una solución, aunque todavía no ven respuestas positivas entre los diputados.

 LOS NÚMEROS. Los datos oficiales dan cuenta de un ranking desigual en cuanto a las leyes sancionadas en las distintas cámaras. A diferencia de Diputados, en el Senado se aprobaron, en el 2008, 93 de las 162 medias sanciones que provenían de la Cámara Baja, es decir, 57% de los proyectos. Si bien el número bajó en el 2009, ya que, de 122 proyectos aprobados por Diputados, Senadores dio el visto bueno a 39% de ellos, el porcentaje supera ampliamente el aprobado por Diputados.

     En cuanto a las iniciativas que se trabaron en las comisiones de las distintas cámaras, en el 2008 ocurrió esto en Diputados con 88 de los 120 proyectos aprobados por los senadores. En el 2009, en cambio, sucedió con 55 de las 61 iniciativas que pasaron a la Cámara Baja. En el Senado, quedaron trabadas 69 de las 162 medias sanciones en el 2008, mientras que en el 2009, sucedió con 74 de los 122 proyectos que provenían de Diputados. De los proyectos que envió el Ejecutivo, Diputados convirtió en ley 49 de ellos en el 2008, mientras que 10 quedaron en el Senado. El número bajó en el 2009, aprobándose 36 de ellos, mientras que 15 pasaron a comisiones de la Cámara Alta.

QUEJAS. Los datos fueron corroborados por los senadores, quienes se quejaron en voz alta y baja de esta situación. A voz en cuello, tanto Miguel Serralta (PJ) como Leopoldo Cairone (UCR), Alejandra Naman (ARI), Aníbal Rodríguez (Confe) y Carlos Aguinaga (PD) dijeron que han notado este problema y que no le encuentran solución. Serralta aseguró que han intentado hablar con los diputados en comisiones, en labor parlamentaria, y hasta gestionaron charlas con los presidentes de bloque de las distintas bancadas, y nada cambia, sus iniciativas siguen sin sancionarse, y lo que es peor: ni siquiera se debaten. Entre los proyectos que necesitan media sanción de los diputados se encuentra el Código de Faltas, trabado hace un año en la Cámara Baja, el proyecto Alerta Amber, de autoría de Cairone, la modificación del sistema de Regalías Petroleras, del demócrata Aguinaga, la sanción del proyecto para disminuir la violencia escolar, de Nelly Gray de Cerdán (PD), el programa de cuidados paliativos, la creación del programa provincial contra la trata de personas y el tratamiento del arsénico en el agua potable, los tres últimos de la senadora Naman. Esta legisladora aseguró que hace falta debatir más acerca de los problemas cotidianos de los mendocinos.

 MOTIVOS EN OFF. En verdad, ninguno de los legisladores consultados quiso decir cuáles eran los motivos por los que, a su criterio, ocurría esta situación en la Legislatura. Sin embargo, muchos se animaron a decirlo en off y, sorprendentemente, la respuesta coincidió. Los legisladores aludieron a motivos que tienen similitudes con los “problemas de cartel” de los actores en las obras de teatro: envidia, celos y proyectos robados entre los legisladores. Uno de los parlamentarios se animó a comparar las actitudes de algunos de sus compañeros con la de “niños de primaria”, que se tienen celos y no quieren que el otro progrese ni se destaque.

     En cuanto al conocido distanciamiento entre el presidente de la Cámara Baja, Jorge Tanús, con su par en el senado, el vicegobernador Cristián Racconto, los senadores y diputados consultados dijeron que este no parece ser el motivo por el cual los legisladores de la Cámara Baja no debaten los proyectos que vienen con media sanción. Más bien se refirieron a que los diputados raramente se muestran conformes con las ideas de los senadores y es por eso que las iniciativas quedan cajoneadas en esta Cámara.

     Al respecto, el diputado oficialista Carlos Bianchinelli, aseguró que esta diferencia no es tan grande ni importante como parece, según los datos recabados. Según Bianchinelli, no son tantos los proyectos que quedan depositados en las comisiones de su Cámara y que nunca llegan a debatirse. Comparó, por otra parte, el trabajo que hace Diputados y el que realiza el Senado, y aseguró que los proyectos con media sanción que se aprueban en ambos sectores legislativos es similar. “Si ellos se quejan, habría que ver cuántas leyes nos sacan a nosotros”, expresó el presidente del bloque oficialista. Sin embargo, Bianchinelli fue el único legislador que propuso una idea para superar la situación.

 BICAMERAL DE SEGUIMIENTO. Buscando superar este defasaje de tratamiento de las normas, Bianchinelli propuso crear una comisión Bicameral de Seguimiento de los proyectos de los diputados y senadores. Sería para que esta revisara las iniciativas que comienzan a cristalizarse en las comisiones y que nunca tienen la suerte de ser debatidas, para darles un corte definitivo, por sí o por no, pero evitando caer en el vacío, tal y como sucede ahora. También sugirió que el trabajo pueden hacerlo las comisiones de Legislación y Asuntos Constitucionales, tanto de una como de otra Cámara. La ventaja sería que si se traban, la misma comisión podría pedir que se acelere el tratamiento de las iniciativas y que no comiencen a convertirse en candidatas a ser archivadas.