Tim Berners-Lee creó la World Wide Web (WWW) con Robert Cailliau, en 1989, en el CERN de Ginebra. Berners-Lee (66) ha mostrado su preocupación sobre el rumbo que estaba tomando la web: problemas de privacidad y de expresión, control por parte de las compañías más importantes y también por gobiernos, y el estresor que parece suponer para el ser humano en general un mundo preconizado visualmente por las redes sociales.

Tras esos 30 años, el hombre está intentando solucionar varios de los problemas de la web actual como el tratamiento de datos, la privacidad y la identidad digital con Inrupt, una startup que recibió una financiación de 30 millones de dólares.

Berners-Lee expone a través de esta empresa su visión de lo que para él debería ser la nueva web, más potente y más justa, en la que ha estado trabajando durante los últimos años, una web que, entre otras cosas, socavaría una parte del poder que Facebook, Amazon, Google y otros tienen sobre nuestras vidas.

De acuerdo al sitio Hipertextual.com, “la propuesta de Inrupt se cimentando sobre Solid, una plataforma que Berners-Lee y sus colegas del MIT han estado desarrollando durante los últimos años y que permite a los usuarios controlar las ingentes cantidades de datos digitales que existen sobre ellos y que recoge por ejemplo cualquier aplicación”.

“Por primera vez, los usuarios -y no las grandes empresas tecnológicas- tendremos el control de nuestros datos, lo que significa que los sitios web y las aplicaciones se crearán para beneficiarnos a nosotros y no a ellos”, dijo el creador en una entrevista a Boston Magazine.