En la madrugada del 4 de abril de 2013, Pablo Quiavetta fue asaltado por un grupo ladrones en el Parque General San Martín, que le dispararon en la cabeza y lo dejaron en coma. A pesar de la gravedad de la herida, logró recuperarse y reiniciar su vida. Cinco años después, y a pesar de la discapacidad que le provocó aquel ataque, se recibió en la universidad. Y en el acto de colación, dio un discurso emocionante en el que agradeció a los ladrones que casi le quitan la vida.
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Quiavetta, que actualmente tiene 33 años, se recibió esta semana como técnico universitario en gestión de empresas, carrera que curso en el ITU de la UNCuyo. El 29 de noviembre, se subió al escenario y se paró detrás del atril, junto a la mesa académica. Enfrente tenía a familiares propios y de todos sus compañeros.
“A estos chicos les quiero agradecer porque me hicieron entender que tengo mucho para dar, que tengo mucho para agradecer”, dijo Pablo ante un auditorio en silencio que lo aplaudió emocionado cuando concluyó con su mensaje.

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