Prender la computadora, crear un archivo de texto, distenderse mirando una serie. Después comprar entradas para un recital y pagar en línea, buscar por internet cómo llegar hasta el evento y sacarse fotos para compartir el momento en las redes sociales. La rutina promedio de la sociedad mendocina incluye una decena de formas de utilizar programas y servicios electrónicos en casi todo lo que la rodea.
Sin embargo, todos esos programas y servicios le pertenecen a alguien, que limitan lo que el usuario puede hacer con ellos o utilizan sus datos personales como “moneda de cambio”. Ejemplo de esa situación es que un comprador no pueda regalar copias de un software que adquirió o que las redes sociales vendan la información de los perfiles que hay en ellas.
Estos puntos en el campo de la tecnología son los que se entremezclan con la ética: ¿es correcto que el mundo funcione así? Para el programador Richard Stallman la respuesta es un rotundo “no”, por lo que hace más de 30 años inició el movimiento del software libre.
Desde entonces, Stallman busca que los programas respeten cuatro principios en torno a la libertad de los usuarios: que el usuario pueda ejecutarlo como lo desee, con cualquier propósito; que tenga acceso al código fuente y modificarlo; que pueda redistribuir copias; y que se le permita mejorar el software y publicar las mejoras.
“Si un programa cumple con esas condiciones, es software libre. Esas son las cuatro libertades fundamentales que por cuestiones éticas y morales las personas deben tener”, explicó Stallman. El fundador de este movimiento dio una charla gratuita en Mendoza este jueves para plantear estas cuestiones, en medio de un contexto social revolucionado por las redes.

Un motivo para cambiar
Para quienes no conocen de informática, modificar sus “hábitos digitales” puede parecer innecesario; pero Stallman considera que es un cuestión de libertad. “Hay una razón ética detrás de esto, el hecho de que no se comprenda cómo funciona no signifique que no estés limitado: los dueños del programa te usan igual. La persona no es un usuario, es un usado”, señaló.
Así, el primer paso que destacó Stallman es tomar la iniciativa de migrar del software privativo al libre. “Usted merece tener el control de los programas que utiliza, especialmente si son para hacer cosas que para usted son importantes”, añadió el creador del Proyecto GNU.
Siempre vigilados
Stallman recomendó salir de las redes sociales, siendo él un fiel practicante de su filosofía: no tiene perfil en ninguna de ellas, ni siquiera celular, y revisa su correo sin interfaz gráfica: tan sólo las letras blancas sobre el fondo negro del monitor.
“Facebook vigila tus movimientos incluso si no tenés cuenta, por ejemplo, a través de los botones ‘Like’ que se colocan en artículos de otras páginas web. Nuestro navegador bloquea esos botones para que Facebook no sepa nada sobre lo que estoy haciendo o no”, disparó.
Respecto a los celulares, el programador asegura que es factible vigilar a los usuarios a través de ellos, no sólo como método de rastreo, sino también con el micrófono. Además, explicó que las funciones que permiten el “espionaje” siguen activas aunque parezca que el teléfono esté apagado.
Por el mismo motivo, Stallman defiende el uso del efectivo al comprar. Si bien existe una alternativa en software libre, en el que los datos del comprador permanecen anónimos, todavía no se aplica en los comercios. “Antes el registro quedaba en papel si comprabas con tarjeta de crédito. Ahora lo que compraste y cada movimiento lo sabe el dueño del negocio, el banco y la operadora de la tarjeta”, indicó.

Desde la escuela
Uno de los principales problemas que observa Stallman es que la mayoría de las escuelas y facultades enseñan a utilizar software privativo. Para él, no es ético que los centros educativos públicos “generen dependencia” de programas que no son libres, “como estaría igual de mal que generaran dependencia al cigarrillo”.
Así, “en las universidades deberían comprobar que el profesional puede usar software libre para realizar sus tareas antes de recibirse”. Sin embargo, agregó que es un cambio que dependen de la voluntad política para que ocurra una migración.
Paso a paso
Al igual que dejar de utilizar ciertos productos que pueden ser nocivos para la salud, como el azúcar o el colesterol, para muchos el cambio puede ser abrupto. “No creo que esa sea la manera. Sé que es un proceso de años, no tiene que ser algo radical. Pero sí es importante empezar”, aclaró Stallman.
Esa agenda de transición de un tipo de software a otro, según el programador debe armarse en base a la practicidad. “Hay que comenzar por lo que es más fácil, tanto las personas como las universidades. Que poco a poco vayan reemplazando las cosas. La idea es que exista la libertad, aunque sea difícil, no creo que sea imposible”, finalizó.