El aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia de coronavirus trajo aparejado un incremento de las situaciones de violencia doméstica. Esto, porque el confinamiento dejó a muchas mujeres presas de su agresor y sin redes de familiares o amigos donde recurrir.

A esta la conclusión arribaron organismos como el Cuerpo Auxiliar Interdisciplinario (CAI), la Dirección de la Mujer y Diversidad de la Suprema Corte y la Dirección de Género y Diversidad de la provincia.

El CAI duplicó el número de sus intervenciones durante la fase del aislamiento social y el pico máximo de los casos se registró en mayo con 1.188 abordajes.

En total, las estadísticas muestran que se hicieron 2.080 intervenciones en toda la provincia por situaciones de violencia doméstica que se trabajaron desde la modalidad remota, semipresencial y presencial, según la gravedad de los hechos que plantearan las víctimas.

El peligro que reviste la convivencia con un agresor las 24 horas por la cuarentena obligatoria impulsó una organización del sistema judicial para prevenir que la escalada de violencia pasara a mayores.

La coordinadora provincial del CAI, Beatriz Naves, explicó que se organizó el trabajo en 8 equipos, integrados por psicólogos, trabajadores sociales y personal administrativo para atender las demandas de las mujeres que se comunicaban por Internet para dar conocimiento del problema que estaban atravesando.

Ver también: Denuncias online y videollamadas en casos de violencia de género

“De las 2.742 intervenciones que tuvo el organismo -sumando el fuero penal juvenil y las determinaciones por capacidad- más de la mitad fueron por violencia doméstica“, remarcó Naves.

“La primera que recibe la denuncia es la trabajadora social, quien se pone en contacto con la persona y elabora un informe. Si es necesario la ve otro profesional. Ese llamado o WhatsApp es crucial para que el juez de familia resuelva rápidamente una medida de protección”, señaló la médica legista.

Al aislamiento y la situación de vulnerabilidad de las víctimas se sumó otra variable, la crisis económica que se agudizó con la pandemia.

“Podemos decir que muchos de los casos que atendimos se trataba de personas que ya venían padeciendo insultos y golpes, pero la dificultad de salir y de tener recursos económicos también hacía que creciera la violencia del agresor”, consignó.

“Estamos hablando de intentos de estrangulamiento, de abusos sexuales, de lesiones, de problemáticas graves y en muchos casos de chicas que ya habían sufrido violencia con otra pareja y que volvieron a revivir este flagelo con otro compañero”, advirtió Stella Spezia, titular de la Dirección de la Mujer en el Poder Judicial.

El riesgo latente de un femicidio demandó el trabajo permanente de los equipos, la incorporación de más líneas de contacto y la coordinación más aceitada entre la Justicia, la policía y los servicios de emergencia.

A 100 días de la cuarentena, tanto Naves como Spezia coincidieron que en las últimas semanas notaron más hartazgo de quienes sufren violencia.

“Hay casos en los que esta cuarentena las ayudó a hacer una introspección y a decir llegué hasta acá y me quiero separar, hubo un proceso de madurez, en su mayoria en aquellas que llevan muchos años de matrimonio”, destacó Spezia.

Por último, Naves resaltó que en junio, si bien no se completó el mes, los casos bajaron, “teniendo en cuenta que se pasó del aislamiento total al distanciamiento y se atenúo de alguna manera, aquello que eclosionaba”.

Asesoramiento legal y ayuda económica

Desde la Dirección de Género del Gobierno se observó un panorama similar al trazado desde el CAI, en cuanto a la influencia del aislamiento en la profundización de la violencia hacia las mujeres.

Su titular, Silvina Anfuso, explicó que se duplicaron las consultas por asesoramiento y patrocinio legal y el pedido de ayudas económicas, aunque la derivación a los refugios se mantuvo con respecto a años anteriores.

El año pasado registramos en total 200 solicitudes de asistencia y patrocinio letrado y sólo en la cuarentena ya tuvimos 200, a este ritmo, creemos que vamos a llegar a las 400 en diciembre”, detalló la funcionaria.

Además, precisó que, hasta el momento, se han producido 200 solicitudes de ayuda económica directa, sin tener en cuenta, aquella asistencia que se les da en los distintos municipios.

La cuarentena disminuyó las posibilidades de redes de apoyo para las mujeres. Y todos los servicios de asistencia tuvimos que redoblar la apuesta para llegar a ellas. Estamos incrementando la ayuda económica y las líneas de contacto para anticiparnos y hacer prevención”, destacó Anfuso.

Dónde pedir ayuda

Acceder al sitio del Poder Judicial de Mendoza, a la pestaña Abordaje de Violencia Familiar, donde se encuentran todas las líneas y vías de comunicación.

En el Gobierno de Mendoza, a la Dirección de Género y Diversidad

  • Línea 144 para asesoramiento y asistencia todos los días en cualquier horario
  • 911 para una emergencia
  • Línea de WhatsApp 2612785085
  • Línea de teléfono de lunes a viernes de 9 a 13 (4242281)
  • Correo Electrónico dmgd@mendoza.gov.ar
  • Patrocinio Jurídico: patrociniogyd@mendoza.gov.ar