El Reloj del Apocalipsis, que simbólicamente cuenta el tiempo que falta para el fin del mundo, permaneció este año a 100 segundos de la medianoche, lo más cerca que estuvo alguna vez del horario de la catástrofe, ante amenazas como la pandemia de coronavirus y los pocos progresos en desarme nuclear y cambio climático, indicaron este miércoles los científicos encargados de establecer los riesgos, entre ellos 13 premios Nobel.

“Las manecillas permanecen a 100 segundos, más cerca que nunca de la medianoche. La letalidad y el miedo por el coronavirus es una llamada de atención histórica, una vívida ilustración que los Gobiernos y las organizaciones internacionales no están preparados para gestionar las verdaderas amenazas que son las armas nucleares y el cambio climático”, afirmó la presidente el Boletín de los Científicos Atómicos, Rachel Bronson, en una conferencia de prensa que compartió con el resto del equipo.

Esta organización científica, creada por Albert Einstein y los investigadores detrás del Proyecto Manhattan que produjeron las bombas nucleares utilizadas en la Segunda Guerra Mundial, publica cada año desde 1947 una actualización del reloj como forma de alertar sobre los peligros de las armas de destrucción masiva.

La hora del reloj se determina una vez por año y desde su debut, hace 74 años, solamente en 24 oportunidades se movió la manecilla: la primera en 1949, tras la declaración del entonces presidente de Estados Unidos Harry Truman sobre un dispositivo nuclear soviético; y la última el año pasado ante la multiplicidad de conflictos y el cambio climático.

Justamente en 2020 se cambió el horario de dos minutos a 100 segundos de la medianoche, lo más cerca que se estuvo del apocalipsis, ante hechos como la amenaza del expresidente de Estados Unidos Donald Trump de no renovar el acuerdo de desarme nuclear New Start con Rusia (que finalmente se extenderá cinco años más), la retirada de Washington del acuerdo nuclear con Irán y del Acuerdo de Paris contra el cambio climático.

Los científicos decidieron no adelantar el reloj este año debido a la pandemia, aunque tampoco retrasarlo, y advirtieron que el coronavirus “es una terrible advertencia contra la complacencia frente a las amenazas globales”, según dijo la expresidenta de Liberia Ellen Johnson Sirleaf, ganadora del Nobel de la Paz en 2011 y que hoy integra un panel de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Los últimos doce meses sirvieron para reforzar los mensajes que el Boletín de los Científicos Atómicos viene diciendo durante décadas: que es solo a través de la acción colectiva y un liderazgo responsable que se puede asegurar un planeta pacífico y habitable para las futuras generaciones”, indicó y agregó que el flamante presidente de Estados Unidos, Joe Biden, “tiene la oportunidad de reafirmar un compromiso por el multilateralismo”,

A lo largo de su historia, la hora del Reloj del Apocalipsis se acercó a la medianoche con la creación de la bomba de hidrógeno, la guerra de Vietnam, el surgimiento de India como país con arsenal nuclear, el anuncio de Ronald Reagan de la construcción de un sistema defensivo con armas espaciales, los atentados a las Torres Gemelas y la llegada de Trump a la Casa Blanca, entre otros hechos.

También hubo ocasiones en que se determinó que el fin del mundo estaba más lejos gracias a acontecimientos como la firma en 1963 del Tratado de prohibición parcial de ensayos nucleares, la caída del Muro de Berlín, el fin de la Unión Soviética o el Acuerdo de Copenhague sobre cambio climático alcanzado en 2009, que quedó en la nada y cuyos compromisos fueron retomados con mayor fuerza con el Acuerdo de París de 2015.

La decisión sobre el horario del reloj, que existe físicamente en la Universidad de Chicago, la toma un comité compuesto por científicos que se asesoran con Gobiernos, agencias internacionales y colegas de distintas disciplinas, además de una junta de otros académicos entre los que hay 13 premios Nobel.