Las organizaciones de masas de Cuba se han movilizado para incrementar la vigilancia y activar los mecanismos de defensa ante una eventual agresión externa o una revuelta interna, mientras se mantiene el hermetismo sobre el estado de Fidel Castro. Como en días anteriores,Cuba amaneció ayer en calma y con normalidad, aunque también con incertidumbre porque ni Raúl Castro ha comparecido todavía en público ni se han divulgado informes médicos sobre la salud de Fidel Castro. El líder de la revolución cedió provisionalmente el poder a su hermano Raúl el lunes, mientras convalece de una complicada intervención intestinal.
Desde el martes, miles de trabajadores han participado en actos de reafirmación patriótica, realizados en centros de trabajo y espacios públicos de todo el país. Los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), la mayor organización de masas de la isla, con 8,2 millones de afiliados, han convocado a la población para advertir sobre la amenaza de Estados Unidos y pedirles que refrenden su compromiso con la revolución. “Estamos preparados para seguir apoyando la revolución, con Fidel o sin Fidel la revolución va a continuar”, aseguraba ayer la responsable de un Comité del municipio de Playa.