El gabinete del presidente Mauricio Macri saldrá a recorrer el país a lo largo de julio para realizar las famosas cenas de campaña. Las dos figuras fuertes serán el jefe de Gabinete, Marcos Peña y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.

La fórmula de organizar eventos y cenas -con el cubierto pago- para recaudar fondos ya fue muy utilizada por el PRO en campañas previas, pero en este caso será la primera vez que lo haga instalado en el Gobierno nacional y con la necesidad de afianzar la gestión nacional en los 24 distritos del país. 

Con ese objetivo en la mira y el foco puesto en un sistema de recaudación transparente se apuraron a armar un cronograma, ya confirmado, con cenas en todo el país (una por región) antes de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), que se celebrarán el 13 de agosto.

Buscamos recaudar garantizando la transparencia y pidiéndole un esfuerzo a nuestra dirigencia. Tenemos que ser más prolijos que nunca‘, señaló a Télam el legislador porteño Francisco Quintana, secretario general del partido oficialista.

La decisión fue del Gobierno, pero los que están en el armado concreto son las autoridades de PRO, como su presidente, Humberto Schiavoni, y el propio Quintana. 

Hasta ahora, el cronograma de las actividades se iniciará el 6 de julio con la cena patagónica, que se hará en Tierra del Fuego. Le seguirá otra de la región cuyana prevista para el 7 de julio en San Luis. Luego seguirá el 13 de julio con el NOA (no se sabe si la cena será en Tucumán o Jujuy) y el 14 de julio le tocará a Misiones, por el NEA. Finalmente, el 21 de julio, será el encuentro de la región centro, en la que Santa Fe y Córdoba disputan la condición de anfitrión.

El precio del cubierto, por ahora, no está definido, pero variaría de un distrito a otro. El récord seguramente lo ostenta la cena que Mauricio Macri protagonizó en La Rural antes de las elecciones presidenciales de 2015, cuando se cobró 50.000 pesos el cubierto. Hubo unos 2.000 representantes de empresas y particulares, interesados en escuchar en persona al candidato que podía convertirse en presidente.