Benedicto XVI condenó ayer, en la Universidad de Ratisbona, el integrismo religioso. Afirmó que la yihad (guerra santa) del Islam está contra Dios y que defender la fe con la violencia es una cosa “irracional”. El Papa resaltó las contradicciones entre el Islam moderado y el fanático, invitó a un diálogo entre religiones y entre culturas y advirtió que las “culturas profundamente religiosas” –en velada referencia al Islam– ven en la exclusión de Dios, cada vez más asentada en Occidente, “un ataque” a sus convicciones más íntimas. Ante esa situación, el Papa se mostró convencido de que es necesario y urgente un verdadero diálogo entre culturas y entre religiones para reencontrar el equilibrio entre una fe no reñida con la razón.
“En Occidente domina la opinión de que sólo el positivismo y las filosofías derivadas de él son universales, pero las culturas profundamente religiosas ven en esa exclusión de Dios de la razón un ataque a sus convicciones más íntimas.Una razón que frente a lo Divino se ha vuelto sorda y rechaza la religión es incapaz de integrarse en el diálogo de las culturas”, dijo Benedicto XVI. El Pontífice hizo estas manifestaciones en el discurso que pronunció en el Aula Magna de la Universidad de la que fue vicerrector y en la enseñó Dogmática entre 1969 y 1971.